En la lista había dos nombres: Fiona Kennedy y Natalie Rivera. No había duda de que esta última sería seleccionada, pero el hecho de que ese otro nombre estuviera en la lista tomó a todos por sorpresa.

"Natalie, no sabía que en esta empresa había una empleada llamada Fiona Kennedy. ¿De qué departamento es?", preguntó Kari de repente.

La verdad, Fiona era alguien de quien nadie había oído hablar antes. Ni siquiera era empleada de la compañía. Aun así, ella aprovechó el cupo para trabajar en la sede principal del Grupo Braxton.

Naturalmente, eso despertó la curiosidad de todos, quienes se morían por saber quién era esa tal Fiona Kennedy.

Natalie negó con la cabeza. Ella tampoco había oído hablar de esa mujer. De pronto recordó cuando Helen le dijo que había un lugar reservado para otra persona.

¿Acaso se refería a Fiona?

Por alguna extraña razón, ella se sintió incómoda al mirar ese nombre en la lista.

Por otro parte, al día siguiente, ya Natalie no trabajaría allí. Después de haber estado en esa empresa durante varios años, ahora estaba un poco reacia a marcharse.

"Natalie, cuando comiences a trabajar en la sede principal, no te olvides de mí ¿de acuerdo?", le dijo Kari y la abrazó con fuerza.

"¡Obvio que no lo haré! ¡Me aseguraré de llamarte de vez en cuando!", dijo Natalie y se rio entre dientes.