icon 0
icon Recargar
rightIcon
icon Historia
rightIcon
icon Salir
rightIcon
icon Instalar APP
rightIcon
Capítulo 6
Cortejar a su esposa
Palabras:1287    |    Actualizado en:23/02/2023

Incrédulo, Lamont se frotó los ojos y miró hacia el restaurante una vez más.

Definitivamente era Jarvis, el líder de la familia Braxton.

Pero, ¿quién era la mujer sentada frente a él?

La curiosidad de Lamont llegó a su punto más alto y se estremeció por la emoción.

¿Acaso Jarvis estaba cortejándola?

Mientras tanto, en el restaurante, Natalie se sació con la comida, pero cuando alzó la vista, vio que su acompañante apenas había probado un par de bocados. Confundida, ella lo miró y le preguntó: "¿No te ha gustado la comida?".

Él sacudió la cabeza en el acto y le guiñó el ojo. "Sigo satisfecho después del banquete de anoche", respondió con picardía.

Aunque al principio Natalie no entendió la referencia, cuando finalmente la asimiló, se puso roja como un tomate.

Estaba muerta de vergüenza y empezó a tartamudear. "Anoche, ¿nosotros... lo...?".

Jarvis, por su parte, se burló de ella. "Sí, lo hicimos".

Demasiado avergonzada como para seguir con las preguntas, Natalie tragó saliva y respondió: "Oh... Lo lamento, pero estaba muy ebria anoche y no recuerdo nada".

Consciente de que estaba parloteando cosas sin sentido, Natalie se palmeó la frente y se forzó a calmarse. Cuando estaba a punto de hablar de nuevo, se acercó un extraño.

"¿Jarvis?", dijo Lamont con cautela.

De ninguna manera se iría de allí ahora que había visto a Jarvis con una mujer.

¡Era la noticia del siglo!

Sin decir nada, Jarvis alzó la mirada y se mantuvo impasible. Incómoda, Natalie decidió romper el silencio: "¿Son amigos?".

"No, de hecho no". Jarvis parecía molesto y mientras hablaba, se quedó viendo al recién llegado con una expresión dominante.

Lamont, por su parte, se espabiló en el acto.

¡Se suponía que eran amigos desde hacía más de una década! ¿Cómo podía decir algo así?

Aunque estaba indignado, el hombre decidió dejarlo pasar para no arruinar la imagen de Jarvis delante de su cita.

"Sí, no nos hemos encontrado en un par de ocasiones, solo somos conocidos", respondió Lamont, escaneando a Natalie con la mirada. "Mi nombre es Lamont Henderson, es un placer conocerla".

Aunque estaba acostumbrado a la belleza femenina, Natalie sin duda lo dejó sin aliento.

Si bien la mujer que tenía enfrente apenas tenía maquillaje, su rostro perfecto lo dejó hipnotizado.

Ella le devolvió una sonrisa amable y respondió: "Es un placer, yo soy Natalie Rivera".

¿Natalie Rivera?

¿Por qué este nombre le sonaba tan familiar?

Pero antes de que Lamont pudiera atar los cabos sueltos, Jarvis añadió: "Ella es mi novia".

Al escuchar semejante declaración, el recién llegado casi se cae al suelo.

"¿Novia?".

Él pensaba que Jarvis solo la estaba cortejando, no se imaginaba que fueran novios oficialmente.

Su amigo era un hombre sumamente reservado, pero ahora, de la nada, declaraba que tenía novia.

Natalie, por su parte, se sintió avergonzada cuando lo escuchó llamarla de esa forma. Ahora que Jarvis lo había dicho, no podía negarse.

Justo entonces, Brinley la llamó y fue en ese momento que Natalie se dio cuenta de que había dejado a su amiga sola en el bar la noche anterior.

Después de intercambiar algunas palabras con ella, colgó el teléfono y dijo: "Bueno, tengo que encontrarme con mi amiga, anoche la dejé sola en el bar y ahora le debo una. Tú también tienes que ir a entregar los productos esta tarde, así que no te robaré más de tu tiempo. Nos vemos".

"Te puedo llevar", se ofreció Jarvis.

"No, gracias... Puedo ir sola". Entonces, señalando su teléfono, agregó: "Mantengámonos en contacto".

Los dos habían intercambiado números hacía un momento.

"Bueno. Ve con cuidado", dijo Jarvis con calma.

Acto seguido, Natalie llamó a un taxi y se fue en breve. Solo cuando el auto se desapareció calle abajo, Lamont volvió en sí.

"¡Ay, ahora me acuerdo! ¿Natalie Rivera no es esa chica con la que se suponía que te ibas a casar?".

Sin mostrar ninguna emoción, Jarvis respondió: "Sí".

Asombrado, Lamont arqueó los ojos y replicó: "Jarvis, me pediste que cancelara el compromiso, pero ahora estás saliendo con ella. ¿Qué rayos significa todo esto?".

"En ese entonces ella dijo que Jarvis Braxton estaba desfigurado, discapacitado y moribundo, y que prefería morir antes que casarse con él".

"Bueno, tú fuiste el que difundió esos rumores", le recordó Lamont. "No puedes olvidar el hecho de que tus otras esposas 'murieron' y la gente dice que las mataste... Ninguna mujer en Bloridge querría acercarse a ti y por eso tu abuelo intervino para que te casaras con la señorita Rivera".

"Ah, sí, por un momento me he olvidado de eso", dijo Jarvis sarcásticamente. Su mirada seguía fija en la calle, como si contemplara el rastro que Natalie había dejado al partir. "Ninguna relación obligada puede funcionar. Cortejar a mi esposa suena más interesante".

Lamont arqueó las cejas una vez más. "¿Ah, eso es lo que haces? ¿La estás cortejando? Vamos, Jarvis, ¿no te parece que es una pérdida de tiempo y esfuerzo? ¿Acaso ella no sabe quién eres?".

Ellos habían estado a punto de casarse, pero Jarvis rompió el compromiso; ahora él estaba detrás de Natalie. Para Lamont toda esa historia sonaba demasiado complicada.

"Es curioso, ¿sabes?". dijo Jarvis con intriga. "Eres un hombre soltero, así que no puedes entenderlo".

Lamont se quedó mudo.

Jarvis había pasado mucho tiempo soltero y ahora que recién había conseguido una novia, se jactaba ante él sin miramientos. ¿Por qué tenía que ser tan presumido?

"Jarvis, romper con ese compromiso no era parte del plan. Si la gente se entera de que estás saliendo con Natalie, todo empeorará".

"Sé lo que estoy haciendo", replicó Jarvis con ojos de águila.

"¿Hablas en serio?", replicó Lamont, sorprendido por la seriedad de su voz. "Si esas personas saben que Natalie...".

"Quien se atreva a hacerle algo, arderá en el infierno". Su voz intimidante heló el aire a su alrededor.

Lamont no pudo evitar estremecerse.

Jarvis nunca antes se había mostrado vulnerable y no podía darse el lujo de tener ninguna debilidad.

¿Qué podía hacer a Natalie alguien tan especial?

Lamont estaba sorprendido y preocupado, pero al mismo tiempo estaba feliz por Jarvis.

Después de tanto tiempo siendo indiferente, parecía que el hombre por fin se preocupaba por alguien.

Esa era sin duda una buena señal.

Dejando escapar un suspiro, Lamont recordó las palabras de Natalie y agregó: "Un momento, ¿ella dijo que tenías que ir a entregar unos productos?".

"Sí", respondió Jarvis. "Le dije que yo era chofer de Uber y repartidor. Ahora tendré que ir a trabajar y ganar suficiente dinero para mantener a mi esposa".

Su voz se escuchaba llena de orgullo, como si su propósito en la vida hubiera sido renovado.

Mientras hablaba, Jarvis caminó hacia un auto barato que estaba estacionado junto a la acera.

Lamont se quedó pasmado.

¿De verdad Jarvis era capaz de algo así solo para cortejar a una mujer?

¡Ni siquiera los sirvientes de la familia Braxton conducían autos tan simples!

¿Esa era la nueva moda entre los ricos, pasar desapercibidos en autos de poca monta?

¿Por eso Jarvis le había pedido que le consiguiera un auto barato?

Mientras abría la puerta, Jarvis añadió: "No te le acerques demasiado, no quiero que eches todo a perder".

Consciente de lo que su amigo estaba tratando de decirle, Lamont asintió.

"No diré nada", dijo mientras hacía un ademán.

Después de subirse al auto, Jarvis sacó su teléfono y le envió un mensaje a Emily Mitchell. "Transfiérele 12 mi dólares mensuales a mi cuenta".

Mientras tanto, en el Grupo Braxton, Emily se quedó algo confundida al leer el mensaje.

¿Doce mil dólares mensuales? ¿Tan poco?

La cifra le resultó desconcertante y rápidamente supuso que se trataba de doce millones.

"Sí, señor", respondió de inmediato a su jefe.

Obtenga su bonus en la App

Abrir
1 Capítulo 1 El complot de la madrastra2 Capítulo 2 La novia fugitiva3 Capítulo 3 La crueldad de su papá4 Capítulo 4 Nada que perder5 Capítulo 5 Sé mi novio6 Capítulo 6 Cortejar a su esposa7 Capítulo 7 Encuentro inesperado8 Capítulo 8 En la lista negra9 Capítulo 9 Los millonarios discretos10 Capítulo 10 Una muestra de amor11 Capítulo 11 Corazón de Ángel12 Capítulo 12 Mala crianza13 Capítulo 13 Un plan frustrado14 Capítulo 14 El secuestro de Natalie15 Capítulo 15 Saltar16 Capítulo 16 De vuelta a la vida17 Capítulo 17 Su secreto18 Capítulo 18 Contraataque19 Capítulo 19 Un agujero en la pared20 Capítulo 20 La verdad sale a la luz21 Capítulo 21 Un cobarde22 Capítulo 22 Vivir juntos23 Capítulo 23 Cortar lazos24 Capítulo 24 Futura nuera25 Capítulo 25 Disculpa26 Capítulo 26 Mala memoria27 Capítulo 27 Un hombre mezquino28 Capítulo 28 Un duro golpe29 Capítulo 29 Llevarse bien30 Capítulo 30 Truco sucio31 Capítulo 31 Atrapados32 Capítulo 32 La futura señora Braxton33 Capítulo 33 Todo sucedió de la noche a la mañana34 Capítulo 34 Vete a la mierda35 Capítulo 35 Viejo astuto36 Capítulo 36 Aprovecharse de Jarvis37 Capítulo 37 El vicioso plan de Alisha38 Capítulo 38 La hija de Kathryn39 Capítulo 39 El día en que me superes40 Capítulo 40 Fastidiar a Alisha41 Capítulo 41 Invitada no invitada42 Capítulo 42 Buscando colarse43 Capítulo 43 Conmoción durante la ceremonia44 Capítulo 44 Una madrastra perversa45 Capítulo 45 Hijo abandonado46 Capítulo 46 El contraataque47 Capítulo 47 Mi hermano48 Capítulo 48 Ese niño realmente está muerto49 Capítulo 49 Jarvis comenzó a sospechar50 Capítulo 50 El resultado de la selección51 Capítulo 51 Separación52 Capítulo 52 Hombre obstinado53 Capítulo 53 La lección de Sammy54 Capítulo 54 Buscar a Lucas55 Capítulo 55 Adoptar a Lucas56 Capítulo 56 Estaba Jarvis fingiendo57 Capítulo 57 Las preguntas de Jarvis58 Capítulo 58 Un rival en el amor59 Capítulo 59 Infantil60 Capítulo 60 El hombre misterioso61 Capítulo 61 Un experto del extranjero62 Capítulo 62 El hombre de cinco años atrás63 Capítulo 63 Deseo64 Capítulo 64 Los frenos fallaron65 Capítulo 65 Por favor, no te mueras66 Capítulo 66 Su verdadera identidad67 Capítulo 67 Lucas le dio una lección a Rowley68 Capítulo 68 El comentario de Sammy69 Capítulo 69 Jarvis despierta70 Capítulo 70 Pequeño descarado71 Capítulo 71 La persona detrás del accidente automovilístico72 Capítulo 72 La competencia73 Capítulo 73 Demasiado confiado74 Capítulo 74 Alisha vuelve a causar problemas75 Capítulo 75 Una treta76 Capítulo 76 Interrogar a Brett77 Capítulo 77 Me traicionaste78 Capítulo 78 Luchar hasta el final79 Capítulo 79 Remordimiento80 Capítulo 80 Confesión81 Capítulo 81 Los secretos fueron expuestos82 Capítulo 82 La incredulidad de Alisha83 Capítulo 83 Última advertencia84 Capítulo 84 Tal vez no esté muerta85 Capítulo 85 Cederle el control del Grupo Rivera86 Capítulo 86 Escalar el muro87 Capítulo 87 Jarvis deja de fingir88 Capítulo 88 Parecida a Marina89 Capítulo 89 Celosa90 Capítulo 90 Coqueteando con Natalie frente a Jarvis91 Capítulo 91 La médica que ayudó a Natalie a dar a luz92 Capítulo 92 Mellizos93 Capítulo 93 La confesión de Natalie94 Capítulo 94 La reunión95 Capítulo 95 Dormir juntos96 Capítulo 96 Por el resto de nuestras vidas97 Capítulo 97 Cómo se atreve a hablar mal de mi hombre98 Capítulo 98 El brazalete falso99 Capítulo 99 Una oportunidad para probarse a sí misma100 Capítulo 100 Solo era un niño