Una Oportunidad Para Amaar

m

iscreta llega a mi cabeza el recuerdo de lo sucedido en Italia; de co

po a

utina, no porque lo ame. Desde hace un par de años atrás ya mi vida junto a él no es como lo era antes, tanto así que

motivo él decidió llevar sus cosas a la habitación de al lado, aún salimos y compartimos cenas, vamos siempre de l

e la mesa de noche y me dispuse a salir, pero él me detuvo haciéndome una seña con s

abajo, mientras que con el tenedor

poco nervioso -le dije m

día de hoy en la oficina, sé que no te agradan este tipo de situaciones, pe

déjame me arreglo y salimos. -Di m

do mi cabeza con la toalla mientras que mi cuerpo se encontraba al descubiert

ión y me puse unos zapatos altos; suelo utilizar muy poco maquillaje, para no quitarle protagonism

de sus particulares caras de desagrado por esperar, salimos de casa yendo directo al auto, obviamente quien nos

etti, que lo único que él sabía de ellos era de lo peligrosos y traicioneros que eran, aun as

auto, luego de unos cuantos minutos Donato

ue te sacrificarlas por tu amiga y aquella niña; reconozco todo lo que has hecho por ella, al igual que por mí, ha

ntras que le brindamos lo mejor de cada uno, ella nos corresponde con odio y groserías constant

jor amiga sin esa figura tan importante como lo es la mamá; lo nuestro no funcionó y en

da se fuera a separar de nosotros, obteniendo por respuesta un asentimiento con su cabeza. Saludamos a las r

rvios se elevarán, no tanto, así como los de él pero si me hacía dudar de lo que podría llegar a pasar dentro de su oficina. El

onmigo -se notaba qu

mos caminando lentamente a través de aquel largo pasillo hasta llegar a la enorme puerta de la sala de juntas, él abrió la pu

mientras asintieron al mismo tiempo-. Gracias por venir, les informo que esta es una empresa don

or favor tomen asiento y cuénteme cuál es su propuesta -dijo Donato mientras que nos se

os por habernos recibido, es usted muy cordial al abrir la puerta d

negocios con usted, sin hablar de lo beneficiados que saldremos l

mentos de lo que ellos le iban a ofrecer, quedando sorprendido mien