NI EN LAS CURVAS, JEFE

sus entrenadores, se le conocía como Rusoll, es

nte por qué — contestó la secretaria totalmente sorprendida por lo que estaba esc

umpió, haciendo que su pupi

su currículo no cumple con lo mínimo para poder hacerlo — le dijo con total serie

entrevista como tal, está peleando como un niño pequeño, porqué antes de llegar aquí, me ha atropellado con su coche carísimo y su perro faldero se ha

dijo molesta, sabía que no trabajaría con él, pero él coraje era tan g

, no se esperaron aquello, Rusoll estaba fascinado por su carácter, era l

una conversación con algunos colegas sobre lo que había pasado con los físios de la empresa con la

ioterapeutas en la actualidad y parecía s

spondió con tranquilidad, su carácter molesto y su tono de voz había cam

iento y han tenido muy buenos resultados — le dijo esta, algo que la hacía sentir orgullosa, era e

e ti sí — le dijo, parecía que Hans se había quedado a un lado, era el princ

jor manera para poder saber la verdad es viendo a esa persona e

estaba molesto, la mujer le caus

ión, ya déjate de tonterías, Tania es buena — dijo este, sabía qu

s vulgar, no entiendo cómo podrá ayudarme —

aprendido a que una persona, por más millonaria que fuese

le preguntó su entrenador, si

este, algo que incomodaba a Tania era la mirada

ue mi paciencia tiene un límite y al parecer, el señor ha decidido cruzarlo, ¡hasta luego! — dijo esta y salió de

poder ayudarle, estaba cansado de su forma de actuar, de la ma

la vida, es de las mejores y tu arrogancia no dejo

i es grande y es la que puede salvarte de este problema que tú mismo has creado —

te nada de aquel hombre, sabía que era problemático y que su carácter n

preguntó su madre emocionada, est

ba ahí, Michel se sentía molesto, no le gustaba que tratarán a su familia de esa manera, aunque tenía miles de ganas d

eguiré buscando en otro lado,

ubir, cuando salió de la universidad, había decidido vivir sola, ahora, había vuelto a casa de sus padres, era algo que le causaba un co

a tomó rápidamente, quizás eso apaciguaría la r

ansado de que insistiera tanto, este le había ayudado en los últimos

iera escucharme, es demasiado petu

igo — le dijo este, no quería perderla, no ahora que sabía que los directivos estaban pensando en sacarlo del equipo, el único que no

decide no aceptar, espero que no

cusión, espero que lo entiendas — le dijo y

debía hacer que esta se quedará, aun sa

o, no sabía de quién se trat

— dijo y está co

no lo soportaba y no trabajaría c