Cielo por tu luz

cido. Me encontré a mi grupo de amigos en la entrada del salón, Miguel me saludó con una mueca de media sonrisa, indicando que estaba de acuerdo con mi decisión. Dieron casi las 6:40 y entonces lle

o que empezamos con el pie

ero sonrió, con esa sonrisa ta

on una sensación de alivio y se dirigió a su sal

rbie no había entrado aún a su salón y era extremadamente

am

contesté

s esa que

ueva, una amiga

—vi en sus oj

Y nadie nunca te podrá vence

pro

prom

no disfruté mucho. La quería pero sentí que esa promesa era un poc

doro,

gorda, ve

ión y me dio otro

e quiero

un

se me acercó Mike, c

spués, no olvides lo que te dije; Barbie es

a querido —res

l pasillo y me di media vuelta para hacer lo mismo, pero antes de hacerlo, pude distinguir

unque se llenaba, era más tranquila que el resto del campus. Guardé mis cosas en la mochila y salí del salón para caminar a la cafetería. Me percaté de que todos estaban ahí a excep

ustas venir

bien aquí. —Me ignoró,

mnesia y muere junto a

, tonto, estoy leye

iramos, ella un poco más nerviosa—. Aparte, no

a matar

o qui

rnal del Río,

apellido, Lucía. —Luz se tapó l

gué— Pero tienes q

… f

or

trás de la suya, ella se sentó tam

ere conocer, un completo desconocido con el que compartes media vida y si quieres que deje atrás todo lo que fuimos, solo será para hacer espacio para todo lo que seremo

co, Ale… —soltamos u

tó casi de inmediato— Prometo ser un extra

o va a te

arador a tu libro. —Le quité el

Al

enes o

k, ok,

am

s… —S

a comida juntos. No hablamos de mucho, pero, por un momento, se sintió como si nunca se hubiera ido, como Luz, mi Luz, como si nunca hu

un par de chistes. Nuestros amigos, incluido Miguel, se adelantaron un poco y nos dejaron a los dos caminar solos po

ias,

mencion

rdad,

omento noté su inquietud al intentar soltarse de mi abrazo pero luego pude sentir también que, por

í como tonto y jugueteé con el lápiz en la mano, escribiendo su nombre en el borde de la hoja del