Contrato de Matrimonio con un paralítico
a Dy
están obsesionado con aquella joven. No entendía, si mi plan era
nar y tener algún tipo de contemplación con ella, esperaba que correspondiera
udé a mi secretaria ape
la señorita Amanda lo está esperando
o llegó Amanda? —p
ella vivía en México y no nos visita
o que quería darle la sorpresa y
n el entrecejo arqueado, no sab
ritorio. Cuando la vi el corazón se me paralizó al instante
dote. —Se levantó de la silla y me
s, pero luego de verla a los ojos, me di cuent
anda. —Le sonreí con cariño, tragando
uno azul y otro verde, cuando mi esposa tenía los dos azules; además de que la vo
é pasar directo por aquí porque necesitaba darte la sorpre
mirarte y recordar un poco a
s años de su partida y la recuerdo como
me encantaría atenderte como se debe, pero tengo mucho tra
a tu chofer que me lleve a casa, ¿qué te parece? —preguntó
r con mi esposa, no sé si t
e casaste? —Se posó enfrente
? Fue noticia mi nuevo casamiento —le dije con
hacía delante de ella, pero mi esposa no se inmutaba, sabía que yo solo tenía ojos para ella, pero ahora que estaba m
añas de publicidad para algunas joyerías y me ha quita
o que seguir trabajando, pero en la noche podemos vernos en
espero,
ras en la oficina se me hicieron eternas, por más que intentaba coloca
me esperaba como siempre para dirigirnos a casa. Y para cuando llegué subí a la habitac
lloras? —le pregunté a
ojos avellanas, esos que me v
de mi madre
es mi prisionera Helen, no quiero q
e salieras de casa. —La
cuando quieras al
en, grac
or, soy tu espos
yo deseaba de verdad
? —pregunté con duda, sabía l
e era su difunta esposa… digo, por el parecido
temprano porque quería invitarte a cenar
rnura y asinti
ía ir otro día, hoy me si
claro que ella no quería salir conmigo, le daba pena
ras —le di
arme y vestirme y que le dijera a Amanda
gar, me había casado con ella porque quería su compañía
r con nosotros? —pregun
en sillas de ruedas había mandado a modificar la mans
en. —Apreté lo d
platicamos solos. —Acarició m
vez con Amanda que no paraba de ha
ina por un vaso de agua. Ella parecía no importarle verme con otra mujer y eso me m
bía que en algún momento debía dejarlos ir, debía dejarlos descansar en paz
nó, pensé que era Amanda qu
por favor! —
do hablar contigo? —
o con una pañuelo para que
nseguida sus hermosos cabellos se asomaron y su pequeña silueta embriagó mis ojos—. ¿Qué sucede? —p
uedo
rque no esperab
tigo? —pregunté nervioso
do con eso que mi boca se aguara y mi piel reaccion
se aceleró. Nunca imaginé que Helen
y la seguí en silencio. Ella me ayudó a cambiarme
sueños. No pude evitar abrazarla con cuidado. Sentí cómo enseguida durmió profundamente y yo… yo también lo hic