EL DESEO POR ESCRITO
podÃa admitir lo alucinante que estaba-. ¿Señorita Vické? - Ahà estaba p
ese
lejos. Esto de las clases virtuales comenzaba a tribularme en todo el sentido d
s estudiantes lograban divisarse mediante la materia de hoy. Noté que estaba sumergida en mi
mpetencia me estaba d
aceptó y aquello me puso plenamente feliz. Ni idea del por qué, pero ya sentÃa que el equipo estaba perfectamente estructurado. La clase finalizó, di gracias a Dios por que mi est
espondiente. No me darÃa tiempo de prepararla algo más ya que estaba contra reloj. Mi hora de entrada al trabajo serÃa a las dos de la tarde y yo aquà con pijama y me
sala mi abuelo habÃa terminado su almuerzo, me despedà de la jirafa de mi hermana y salà de casa. No s
a con
te su expresión quién s
legado a tiempo ya que viajar hasta la ciudad es un infierno que no se p
al se llenó en un santiamén. Debo ser agradecida, más ventas, más dinero. M
caÃdo, restaban unos quince minutos para que mi turno por fin terminará, alce mis manos estirando un poco mi cuerpo
n supongo que han de llegar malas noticias. Vi que sostenÃa un portafolios
ero para al final pagarme de ese modo. Pero, pensándolo bien, puedo conseguir
d el discurso podÃa ahorrárselo, tampoco es como si ella estuviese mal con el h
llas del local en la parte de afuera, posiblemente haya llegado para acompañarme a la esta
que él es un caso, no perd
en estos momentos. Mi turno finalizó, saque mi uniforme y en lo que canta un gallo ya estaba preparada para irme. Me despedà de m
da de Ben fue un chiste. En su mano sostenÃa un
ote del basurero para asà comenzar a caminar a mi costado-. En l
ncelará
fingiendo que me valÃa un bledo lo que me acaba de decir, pero a c
s dudas de eso, pero eso sÃ, solo me quedo una h
e, haciéndome frenar en seco. Parpad
odas? -él soltó
ni me c
tampoco f
podo t
¿Qué te dijo la sucia? -pregunté sin ánimo. El tema de ella me emperra a
-Hice una mueca- estaba pensando
as llamadas llorando. -Él rio. AsÃ
ejor dejar ese lÃo con ella. Coges con muchas otras, sé que es sin compromiso
uiera t
que veas com
me di el tiempo en el cual nos quedamos hablando ya que ahora nos dis
él lo hacÃa. Pero nunca volvió. Solo siguió ignorándome
uando te ex
o sabÃas como, ¿o miento?
as nueve
adentros para cuando el jodido de Ben no le dio importanc
--  -
as tú en l
r WhatsApp para que entrará a la reunión que habrÃa esa noche. El reloj marcaba las diez, me dio solo unos minutos más para prepararme mentalmente
a de las que vi al instante. Taipha también estaba entre ellos, es una bailarina de urbano que mantiene un Flow increÃble, seguido de Jonás -el tipo con el que muchos no toleran trabajar-, y Johan quié
riormente en las fotos que Ben nos dio mediante el portafolios. Estaba segura de que habÃa vis
e morir
or mi reacción al ver la cámara encendida de aquel
rar con Ben para crear un ambiente lleno de armonÃa para quiénes no se conocÃan. Pero era increÃble como quede muda en tan solo unos segundos. Trague grueso para
vento o qué. Pero prefiero que esto se
o de ello también de los vestuarios y de una infinidad de cosas que ya
a tararear mi nombre. Entre en sà luego de haber estado imp
chocó con su cab
a lo que no sabÃa si sentirme cohibida ya que empezaban a reÃrse. Y
por ustedes -aclaró y exclamó nuestro querido lÃder, Ben. Asentà ante lo que
tocó más fondo a tal punto de s
ncerme de que no habrÃa lÃos mentales de por medio, pero créa