Historias Candentes de Amor de una noche

bía cómo sobrevivió al frío, pero cua

za que tenía, su singular cara era la envid

del resto del grupo y cuando se di

ás. Como una película de miedo, Susan Percles se hu

si fuera poco mientras corriera cuesta abajo, se la

a molesta de toda

rostro; se llevó uno de sus ojos, la nariz y toda la parte superior de su

s que se había estado haciendo, él estar presto al que dirán,

o fue baleado después de haber p

a al ver semejante cuerpo hermoso que se gastab

tal escultural! -dijera mi

mal ahí sobre la nieve caído. Al volver a ver a la mu

ero solo soy yo y debo cargar a mi trofeo, si no

de inmediato empezó q llorar. Sus lágrimas corrían junto a su sangre que la ha

or deporte, no por salvarme la vida. -dijo Susan. Al

me ves, ya no

n, al final, el hombre cargó a Susan y

dica a la mujer, le inyectó para evitar el dolor y la llevó a su cab

to Honter que vivía solo, le dice a Susan que ya debe volver a la ciudad, que ti

elve a ver, realmente Honter era un hombre

hizo la petición la mujer, ante

pero el resto de mi cuerpo está salud

también del rostro, pero yo no hago e

que estoy desean

más le mordisqueó el lóbulo de la oreja a Honter haciéndolo sentir un placer enorme, tanto así que hasta tem

e miró su vagina acariciandolo por encima. Se veía rosada y rasur

esta mujer para sexo, tan solo le salvó la vida trayéndolo a su ho

que él no era tan al sexo, y mucho más, era un hombre que le gustab

ara en la entrada de su coñ

persona indicada, pero ya vez, en los dos que más confiaba me hicier

omo Susan, a leguas se veía que tenía un cuerpo escultural y erostro

sea suave? Pre

acentero y que sea una experie

dijo el hombre l

stro angelical, solo quería follársela y ya, al querer entrar su pija lo sintió extremadamente r

retado lo sentía. Como Susan gimiera y a la vez llorara, Honter paró

que siento. Iba a morirme en boca de un oso y sin sa

e - dij

e qué -pre

endo duro. No todos saben d

años después, Honter buscara la forma de ayudar a Susan a tener un nuevo rostro, creía que ella se