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La amante del Mafioso

Capítulo 3 3

Palabras:2598    |    Actualizado en: 01/02/2023

y Sok

tá metiendo en mi territorio? —

alemane

an a Anton justo ahora! Le recordaré con

y lanzo el teléf

dejar que esta situación se me escape de las manos. Piensa que puede venir e invadir el territorio con

no arriesgaran su negocio solo por un aficionado que supone que es mejor que

tonces aprendí a valerme por mí mismo y superarme cada vez más. En este mundo sobra la competencia, así qu

ar la justicia con mis propias manos. Nadie se mete conmigo porque saben lo que soy capaz de hacer

dueñé de su imperio. Desde entonces, nadie ha osado a meterse conmigo, pero la nueva generación está deseosa de a

primero que hago e

y… —sa

epares todo para darle

muer

o una ad

nutos y est

rfe

mada y de pro

—veo a mi hermosa esposa acercarse

s esto, pequeña… —re

suave y me q

caciones por un tiempo y dejar este mundo. Cada vez que sal

unas mil veces Alexandra

egocio por lo que tanto luché y que haga a un lado el legado de mi padre, solo por cumplir sus caprichos. Ca

po contigo. Además, quiero tener hijos y que los veamo

uelen ser insistentes con este tema. No quiero tener hijos por una simple razón: tengo muc

xand

tro cambia y su mir

omenta inclina

de comer, te

esa. Nos sentamos y comenzamos a comer sin gesticular un

om

a fija en mí. Sonríe

o mucho

can y me molestan. No tendremos hijos y tampoco dejaré mi negocio solo por ti, grábatelo. Ante

tiene su cabeza b

oy preguntando

nto no volver

l tono de voz. No vale la pena

que discutamos por esta

y subo a cambiarme de ropa. Cuando estoy saliendo de la

—ati

ñor. El lobo es

llá —cuelgo

eo a Alexandra leyendo

tarde —le

a y me dedica un

na buena noch

en los labios y salgo de allí

*

te lugar es muy prestigioso, no cualquiera accede a él. Converso un rat

que se está llevando a cabo hasta que uno

speramos

ya va

entos desde la distancia. Mi sentido de alerta se enciende y comienzo a buscar al causante de mi incomodidad,

cabeza intranquila, ¿quién será la persona que me obse

e dan espacio, al ingresar al lugar veo

te, mi querido

zapatos y

de puta! No t

s lo que puedo hacer co

e detendrá, volver

? Ya lo

malévola, listo para darle un

***

Pet

a en este embrollo. Me encuentro con Agata en una tienda de lencería co

do vaya a agradarles. Esta semana preparé la rutina según lo que observé la noche que fui de espectadora; Yelena también me ayudó integra

—escucho a Ágata a lo lejos mientras

encuentra y tiene alzado

amente, no

tez es blanca y resaltará a la perf

me he puesto algo como eso, mi ma

aciendo esto. Por culpa de ella

a malvada porque me dejó a la intemperie, pero yo

í, sabes muy bien

s. Compremos lo que hace f

é un buzo de malla con capucha amplia del mismo color, pero de tela transparente para colocármelo por encima del traje; lo necesito para el acto. Cuando estoy por cancelar la compra veo al costado unos antifaces hermosos, me acerco y l

a ponerse a flor de piel al ver cómo las horas pasan rápidam

*

labios de rojo oscuro. Guardé el buso, el antifaz y las zapatillas en u

—inquie

os antes de que

sonr

de seguro les en

que me preoc

tonc

tarme delante de tantos hombres y q

ina que es como las pres

cada espectador está al pendiente

o saldrá bien. Cuando salgas centra tu mente en que es el acto de tus sueñ

el aire. Agata palmea

ti, estarás es

espués llegamos al local y nos adentramos a un mundo totalmente distinto. A estas

s chicas se preparan para dar un bu

a… —gira a verme y me preg

ida sin saber a

imo? —in

lizarás para identific

a pensar y no s

a vista y esta nos sonríe—. Es acorde a tu rostro. Por lo que veo

a —expre

la chica peli

s… —pro

es The angel. Trátenla bien

an sus cosas. La noche transcurre entre idas y vueltas de las chicas hasta que finalmente es mi turno

ncreíble! —se so

no sé si lo que menciona

s hombros, pero el antifaz todavía no me lo he pues

aci

btendrás una buena propina con

i

, ojalá fuera así d

n esto es que te luzcas en el acto

a tenerte más confianza. Siempre

ntaré, g

ómete e

bo confiar más en mí misma y volar alto como me lo dijo mi madre. Antes de sal

os a mi alrededor y cada uno está concentrado en

grante que nos deleitará con un gr

an su mirada en mí. Comienzo a sentirme nerviosa, pero respiro profundo y recuerdo las palabras anteriore

de ver mi verdadero rostro, así que puedo ser esa chica que ha querido salir de su escondite por muchos años

cadas con Yelena. La capucha se me baja poniendo al descubierto las ondas de mi cabell

o. Recorro todo el escenario para no quedarme fija

evanto la mirada hacia la parte superior del local. Allí rápidamente diviso al querido Adonis que vi la primera vez que estuve aquí. Él se queda observándome y yo no le aparto la mirada. ¡Joder! Hoy está más guapo que ese día o son ideas mías, pienso. Lo cierto es que verlo me

mis pensamientos—. Joder, a

escuc

de lo contrario quién sabe lo que hubieras hecho —

fue el mejor de esta noche... —co

rata, lo que no esperé es encontrarme al A

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