EL SUBIR Y BAJAR DE UNA PROSTITUTA
nadie viera que tenía un miembro firme y listo para entrar en acción Al llegar a casa, mi esposa se estaba duchando y abriendo la puerta del baño le pregunté: ¿Podemos b
e fue muy agradable y llena de sorpresas. Dime, ¿cómo fue eso? y ella dijo _soñé que los dos estábamos teniendo sexo en la cabina de un camión y terminé riéndome _ estabas arriba o abajo y nos reíamos mucho, casi no le digo que había seguido tu consejo el día antes. entonces le pregunté: ¿Cuánto tiempo estuviste haciendo tus programas frente al restaurante? Y escuché _ llevaba dos años vendiendo mi cuerpo cuando ese camionero que pagó buen dinero solo para olerme llegó a la gasolinera y al verme bromeando me dijo: _ ¿sigues aquí? Cuando le respondí que nunca había salido de esa ciuda
e había habido una infidelidad de su parte. A mí, en ese momento, sólo me interesaba concretar su discurso, que me quería de una pieza. Entonces, después de conducir muchos kilómetros, a diferencia de lo que solía hacer, que era dormir en la cabina de la camioneta, esa noche fuimos a un motel al costado de la carretera, y allí, incluso antes de ducharme, me mostró que quería recuperar el tiempo perdido, con su lealtad a la mujer, claro que empezó, y así fueron las tres veces que tuvimos sexo, con sus olores tradicionales, y hasta me convencí de que no serían besos, abrazos y caricias como el sexo oral que lo excitaba, pues, con solo oler mi vagina ya podía ver claramente sus erecciones, y esa noche pude ver que su pene era
. _ ¿Cómo fue eso? Pregunté y escuché: _ Se extendió a todos que había una "carne fresca en la pieza", era suficiente para que apareciera la clientela, y había tantos programas que en un mes ahorré di