No huyas de mi
puerta de mi oficina. Es la
o qué le pasa... ha estado enamorado antes y no cree en el amor, perdió a su chica muy jóven y ahora asum
ancia. Sabe lo que quiere, lo que hace y cada paso que da. No se anda con medias tin
no le creo, en estas sesiones de su terapia he descubierto que es él
no antes de irse y todavÃa no me ha llevado a su cl
uerta. Siempre igual: dos t
iro la falda de tubo n
me devoran, le veo morderse sus propios
le tengo delante. Cuando me mira de esa forma tan arrollad
e da un Amirili rojo y besa
pintada sobre la palabra peligro que tanto nos detiene y a la vez nos invita a acercarnos. Creo que somos como dos masoquistas que saben que hay cosas que no pueden h
mosa, com
nterna conmigo misma y es también ese tipo de batalla que me corrobora todo lo anter
à a buscarlo a su consulta. Es médico además de adicto al sexo y verlo en plena faena, con su corbata y su traje sin chaleco, la bata blanca rozando sus rodillas, el nombre bordado debajo del bolsillo encima de su corazón
se, por
ara poner las flores en el armarito a mi derecha y de repente siento un cosquilleo en mi cuel
os -. ¿ Por qué lo hiciste? -no respondo, soy incapaz de emitir nada más que no sea un gemido al sentir sus de
nte, T
delantera de mi cuerpo, cruzando mis franjas dorsales,
ientes se clavan en mi hombro, haciendo que todo me de vueltas y m
en mi boca -abro las palmas sobre la superficie delante de mà para hacer palanca, estoy perdida en esos dedos que aprietan mis protuberancias -. Deseo muchÃsimo a
s!¡ No p
sube el cierre y me deja ahà inclinada como si no me hubiese tocado nunca, ni pronunciado pal
jo que me sen
vuelta y enfrentarlo, aún. No sé como le permito estas cosas
edes tocarme aquà o se
o recomponer mi propio estado ant
mucho más loca que si te hago mÃa -amenaza y me doy la vuelta anonadada por su advertencia violenta -. Mostrarme lo mucho que me
mi consul
ura de los tobillos y las manos sobre su regaz
e aquà voy folla
siento que empiezo a transpir
s -, tú también. Ambos prometemos que no volver
provocan demasiado y siento una fuerte tentación de pedirle que me haga suya como la bestia que se ve que es en el sexo y desaparezca de mi vida. Quizás ese sea el ca
fancia y la relaci
me dispongo a empezar a crear más det
miga -apunto esos detalles sobre Marcos el extraño novio de Cass y sigo prestando atención al importante detalle que suelta -. Un accidente l
tinú
incumplir con mi ética médica pero desde luego y como no dudo que ambos sabemos, él cu
a Cassie y lo estoy disfrutando pero si le dices algo más d
es asà conmi
pueda suprimirla teniendo en cuenta q
e obtengo de tu dominio...y a
suelo confirmando que la manera en que me controla, me derrite. Este hombre es much
umisa sin que ninguno de los dos
rompiendo el protocolo de la
destruirme y sé desde que puse los ojos en tÃ.
o. Cuando estamos juntos, pase lo que pase...perdemos la batalla ambos porque no podemos ser menos que
muerde los labios y
buscando alivio entre mis muslos -...;
de mi despacho, su cuerpo sobre el mÃo y el
ernas -orden
la tela de su ropa y ya sie
do habrá acabad
lguna vez ha
encio, cierro los ojos y espero impacien
s, ab