Un contrato de matrimonio

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nca dejé de creer que todo lo que realmente queremos, ¡lo conseguimos! Solo necesitamos establecer metas y prioridades, y dependiendo de las

a terminan, solo se renuevan, y hoy esto

pequeño, conocido por sus calles diagonales, cada cu

la vista, un verde espléndido, decorado con las más maravillosas plantaciones, donde me encantaba caminar y rec

y dificultades que a veces casi me hacen desistir, pero dejé el hambre de lado para poder pagar el boleto de autobús a ir a la escuela,

no pudo resistir por falta de cuidados. Ella era mi pasión, aprendí a montarla desde pequeño, le hablaba y me escu

sembrando para el patrón, pero como somos cinco he

siempre ayudaba en los campos para no faltar a casa, Rodrigo pagaba mi material, ya qu

duó e insistía en obtener mi diploma, pero mi madre

erentes! — dice mi hermana Louise. Tiene diecinueve años,

y Murilo, porque mamá no está bien, ¡y papá la está ayuda

pareció, ¿no? —pregunt

acostumbrado a ir a fiestas y bares, solo fui una vez, y tuve que darle una bofetada a Diogo, me besó sin permiso y me asusté

or mi mamá que no se sintió bien hoy. Me bajé del escenario y caminé por el estrecho pasi

staba parado frente a mí, que parecía un armario, mucho más alto q

yos X. Apoya ambas manos en la pared del pasillo cerrá

no tomamos un poco de aire afuera y nos olvidamos del

o! Déjame pasar que tengo pr

tes ojos verdes! ¡Encantado de conocerte, soy

xtendiendo mi mano. — "¡Pero rea

fiesta estuvo animada, bailé con mis hermanos, hubo mucha buena comida, y tragos también, pero yo no suelo beber, así que lo evité para cuidar a mis hermanos. Tamir

ba un poco lejos del lugar. Me di cuenta de que mi madre

dice mi papá mi

Mamá está mejor?

e ella comió y estaba en

trabajar en mi área y voy a empezar a ganar

agará lo mismo que le pagaba al antiguo veterinario, ¡pero te dará prioridad a ti que ya estás en casa! — dice mi padre con los oj

ice una Louise extravagante y emoci

a y habla despacio! - digo ri

a dijeron que me van a registrar la licencia y todo! ¡No puedo creerlo! No he conocido al dueño, parece q

hija mía! —

drá un salario. Voy a ordenar mis cosas y empezar a examinar el ganado del