Libro 1 - Amada Por Un Alfa
madera, que embellecían la larga calle principal de aquel lugar. Apenas subo los escalones del porche, inmediatamente un escalofrío me recorre la columna, trato de respirar hondo, d
aravillosa vista de una chimenea labrada en mármol con dos imponentes y poderosos lobos tallados a cada lado. Aunque por fuera la casa se veía muy sencilla, por dentro la decoración estaba muy cuidada. Había una habitación muy cómoda, con tres moderno
iendo victoriosamente, se prepara para enfrentarse a la mujer que había intentado salir de la ciudad, pero pronto su sonrisa muere e
Bernardo hace una mueca al mirar a Cassandra.__No s
e voz del hombre ahora frente a mí. Cuando mis ojos se encuentran con los suyos, mi cuerpo vibra y mi mente inmediatamente fa
ecogido hacia atrás, todavía le daba un aspecto más dominante. Un pensamiento travieso me asalta de inmediato, sin poder evitarlo yo mismo. "¡Cielos! Podría dominarme cuando
luego su Beta se muestra un poco sorprend
ento estaba sonrojada.__Lo olimos y seguimos el rastro... pero lo que
anto su mirada se desplaza a la mía,noto inmediatamente que sus ojos cambia
o la ira sale en oleadas por no darse cuenta de las intenciones de Liliana con esa actitud. Irritado, golpea la mesa, que inmediata
i garganta al ver la actitud de ese hombre. ¡Ahora había cambiado de opinión! Dom
ndos con el rostro endurecido por la ira y luego a Bernardo. __ Voy a correr...-Ulisses refunfuña dirigiéndose a la puerta. Tan enojado
de inmediato una sonrisa en dirección a la chica. __ Ven.
mente, pero aun así, no me sentía muy cómodo con la idea de estar rodeado de lobos, especialmente uno que estaba b
sincera al sentir el miedo en la joven. __ Mi Al
stante dudoso después
o somos salvajes. - dic
epentida, lo enfrento.__ Lo siento.
er. - La expresión de Bernardo era tranquila, se
su rostro, me relajé. Si lo d
sonrojado de la chica, ella estaba más tranquila a su alrededor eso lo hacía f
xtendí mi mano. __ Mi
la tomó suavemente de la mano y se presentó co
evuelvo la sonrisa, sintiéndo
l otro en el largo porche, Bernardo se detiene f
__ Liliana nunca me dejaría correrme si no sup
la frustración... - declara divertido Bernardo. __ P
ernardo finalmente se despide dejándome solo y a gusto en la habitació
na manada de lobos en esa vegetación, inmediatamente preferí hacerlo en mis pantalones si era necesario. Suspirando con el alivio invadiendo mi
arrogante, antisocial y un imbécil. Me había ignorado por completo, un macho muy grosero. Me acerco a la puerta y trato de a
había encerrado. __Si no te diste cuenta, vine directamente aquí, por mi propia voluntad.- Nunca había sido bueno siguiendo instrucciones, así que probablemente si me arriesgaba a salir, ig
y jadeo sacudiendo mi cabeza al mismo
decidí usar la misma ropa, dormir en jeans no era muy atractivo, pero no tenía
arme bien. "¡Maldita sea!" Si hubiera sabido que me iba a quedar sin cena, habría tenido un mejor almuerzo. Desde el almuerzo no había ingerido ningún alimento y me
quedé dormido. No me llevó unos minutos comenzar a sentir que mi conciencia se desvanecía, pero despu
tan poderosas que al correr golpeaban la tierra con tal impacto que todo mi cuerpo se estremeció. Incluso después de que logré huir de todos ellos, todavía sentía que