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Capítulo 2 La burla del colegio

Palabras:2620    |    Actualizado en: 05/01/2023

e fijó en él, el mundo desapar

l, de no querer verlo, estaba aquí. Y lo

Clark, el nuevo CEO -anunc

a revolverme el estómago como si tuviera quince años otra vez. Y estaba justo enfrente, en la misma mesa, en el lugar donde más quería estar para tener una oport

estaba más corto, su rostro era como recordaba pero más masculino, más maduro. Su cabello claro, esos ojos hermosos, esa cara perfecta. Era ridículo cómo una imagen nos puede impresionar, mi ce

dan entender mi dolor, mi shock y angustia, es ne

y eran inseparables, y yo, por descarte, terminaba colándome en todas sus citas de juego. Me llevaban a todos lados, y donde estaba Annie estaba su hermano. Mi madre

los dulces

las piernas. Él siempre sabía cómo hacerme reír: saltando olas, inventando historias de tesoros escondidos, jurando que algún día me enseña

rfecta. Brandon estaba ahí, aunque al inicio no era nuestro amigo. Pero poco a poco se convirtió en mi héroe personal. Siempre me protegía, me enseñaba a armar rompecabezas, jugaba conmigo aunque sus amigos se rieran, e inclu

cantábamos frente a la fogata. Los padres de Annie y Brandon eran más cariñosos conmigo que mi propia madre, y eso me hacía quererlos más. Annie era dulce, Brandon era mi amigo, y su prim

ivilegiada, con suerte. Eran los niños más populares, eran lindos, tenían las mejores

maginarán que los niñ

a en que los niños pasan a adolescentes. Bueno, no fue atractiva para mí. Yo había cambiado, y mucho. Había notado que mi cuerpo no era el que las revistas llamaban "bonito, deseable y esperable" para una

a muñeca, alta, delgada, perfecta. Y Brandon... bueno, Brandon era el chico que hacía suspirar hasta a las profesoras. Era lindo de niño,

porque sabía que jamás se fijaría en mí. Sentía que él me entendía, me conocía más que nadie, me comprendía. Él veía cosas en mí que nadie hacía, me apreciaba, yo sabía que sí, pero no como yo quería. Con todo y eso él siempre iba a hablarme, no era como antes, pero, sin embargo, en los pasillos me saludaba, me ayudaba con matemáticas y me sonreía; parecía que se acercaba a mí y luego se alejaba. Supongo qu

su novia, si había besado a tal o cual chica, si prefería a las rubias o pelirrojas, o incluso con quién se habría acostado ya. Las especulaciones eran muchas y todas me d

a del primer amor. Él se destacaba en las asignaciones, era representante de su clase, y yo me aislaba más, pintaba, decoraba, me perdía en mi mundo de fantasía, ese que yo creé para sobrellevar mi vida. Pensé que, aunque habíamos crecid

día, cuando llegó ese día espantoso que siempre recordar

de chicos. Me escondí, no sé qué me animó ese día a quedarme espiando. No sé si fue una buena idea, pero ese momento, esos minutos, formarían una parte importante de m

invitar a tu ami

tarios sobre mi cuerpo, mis curvas, mi sobrepeso, sobre lo rápido que diría que sí porque "seguro no ha tenido novio" por que no tenía experiencia, una pobre virgen, una tonta a la que nadie le prestaría atención ¿Eso era lo que Brandon tamb

s había escuchado en su voz-. A menos que te gusten las mujeres co

a de la escuela!

osa. ¿No sa

podría salir ¿Están locos? -añadían los otros. Este era el peor escenario, uno que

con grandes carcaj

sonrisa que parecía no conocer el daño que causó. Su voz parecía un eco de un pasado al que había intentado renunciar. Ahí estaba,

en mi carrera, pero él era nada más y nada menos que el CEO. El gr

que habíamos vivido, o mejor dicho, todo lo que él había provocado con una sola frase, volvió a mi mente

tes lo había hecho. No solo lloraba por lo que dijo Brandon, sino por lo que representaba: el fin de una parte de mí que creía intacta. La chi

urla de todos. Los apodos crueles, las risas que me perseguían en cada pasillo. Yo, y solo yo, cargaba con esa humillación. Y no se olvidó en unos días o semanas. Continuaron por años, fui la marginada, la chica regordeta que estaba en la mira de la

ra de mis inseguridades. La idea de ir a la playa con ellos, de ponerme un traje de baño y estar expuesta, me aterrorizaba. ¿Estaban locos? Sabía que Brandon regresaba en vacacio

charlas por mensajes y las pocas salidas que logramos tener eran el bálsamo para mi alma rota. Me contó algo que nadie más sabía: era gay. Guardar

hizo un empresario exitoso, mientras yo luchaba día a día para reconstruirme. Por años los evité: cumpleaños, vacaciones, eventos especiales. Sus padres me llamaban, Annie también, pero me convertí en un fantasma. Aprendí ilustración por mi cuenta, hice cursos, y sobreviví trabajos que me p

ido diferentes, tal vez nadie se habría fijado en mí. O quizás habría tenido la fuerza para luchar, cambiar de

, finalmente conseguí este puesto, el que quería, el que luché por tener. Había demostrado ser creativa,

on Clark, el mismo chico cuya palabra hizo añicos mi autoestima, es ahora el h

futuro? Nadie lo sabe, quizás esté escribiéndose. Pero les p

no hubiera dejado cicatrices profundas en mi vida. Me miró y saludó hasta con cariñ

pude contener

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1 Capítulo 1 Encuentros inesperados2 Capítulo 2 La burla del colegio3 Capítulo 3 Princesa 4 Capítulo 4 Las escondidas5 Capítulo 5 Pedidos al destino6 Capítulo 6 Invitaciones7 Capítulo 7 Entre vinos8 Capítulo 8 Confusión9 Capítulo 9 Tulipanes10 Capítulo 10 Cita11 Capítulo 11 Concurso de preguntas12 Capítulo 12 Talla mediana13 Capítulo 13 Marcas14 Capítulo 14 Soluciones15 Capítulo 15 El closet16 Capítulo 16 Pedidos17 Capítulo 17 Salvada18 Capítulo 18 Un poco de paz19 Capítulo 19 Aspen20 Capítulo 20 En sus brazos21 Capítulo 21 Cuidados22 Capítulo 22 Visitas inesperadas23 Capítulo 23 Amabilidad24 Capítulo 24 Atenciones25 Capítulo 25 Cercanías26 Capítulo 26 Soledad27 Capítulo 27 El silencio28 Capítulo 28 La conversación29 Capítulo 29 Familia es familia30 Capítulo 30 El vestido31 Capítulo 31 Físico32 Capítulo 32 Aceptación33 Capítulo 33 Acuerdos34 Capítulo 34 Acuerdos II35 Capítulo 35 Los diez minutos36 Capítulo 36 Recuerdos37 Capítulo 37 Su casa38 Capítulo 38 El presente39 Capítulo 39 El fin de semana40 Capítulo 40 Enemigos41 Capítulo 41 Sabotaje42 Capítulo 42 Los otros43 Capítulo 43 La cena44 Capítulo 44 Historias45 Capítulo 45 Medias verdades46 Capítulo 46 Mensajes47 Capítulo 47 La fea verdad48 Capítulo 48 El pasado me alcanza49 Capítulo 49 Confesiones50 Capítulo 50 Corazón abierto51 Capítulo 51 Gustos52 Capítulo 52 Un nuevo día53 Capítulo 53 Alcohol54 Capítulo 54 Necesidades55 Capítulo 55 Curvas56 Capítulo 56 Llamadas perdidas57 Capítulo 57 Baby58 Capítulo 58 Celos59 Capítulo 59 Billy60 Capítulo 60 Lluvia y malestar61 Capítulo 61 Pie de cerezas62 Capítulo 62 Las disculpas63 Capítulo 63 Deportes64 Capítulo 64 Baño 65 Capítulo 65 En pareja66 Capítulo 66 Días felices67 Capítulo 67 Cumpleaños68 Capítulo 68 En la casa de los sueños69 Capítulo 69 La boda 70 Capítulo 70 Mi Brandon71 Capítulo 71 Apariciones72 Capítulo 72 La fea verdad73 Capítulo 73 Omisiones74 Capítulo 74 Enfrentamientos75 Capítulo 75 Confesiones76 Capítulo 76 Intentos77 Capítulo 77 Fantasma78 Capítulo 78 Nuevo camino 79 Capítulo 79 Despedidas80 Capítulo 80 Vueltas de la vida81 Capítulo 81 Engaños82 Capítulo 82 Fortaleza83 Capítulo 83 Reencuentro84 Capítulo 84 La nueva información85 Capítulo 85 Penitencias86 Capítulo 86 Todo vuelve87 Capítulo 87 Te tengo88 Capítulo 88 Maravillosa cotidianidad89 Capítulo 89 En el mismo lugar90 Capítulo 90 Juramentos91 Capítulo 91 Nueva etapa92 Capítulo 92 Epílogo