Corazón

mientras toco la almohada a

, ¿Alm

e con una habitación un poco oscura, co

oy? —susurr

luego todo se volvió borroso. Salgo de la cama para darme cuen

equeño pasillo. Logro escuchar ruido en

ndo me ve. El silencio era como un elefante en la sala, pero lo que más me incomodab

o tratando de calmar mi terror. Él, deja

r, pero de seguro vomitaría mis riñones porque no h

o? — pregunto cruzándome de bra

deja caer el puño en la tabla p

yo te haría algo así?

do —¿Acaso se te olv

a de Adriano. Pero, te traje a mi departamento y te c

tida— ¿Quién me desvist

Créeme, he visto cosas mejores—co

o. Cierro mis ojos y cuento hasta mil, para

os y lo mir

co y recibo una mirada asesina de su parte —Bueno, gracias por hacer la difícil tarea de atenderme, ya que

oche, a un lado de la cama, doblado deliamente y do

ue salir de allí después de lo humillada que me sentía. Una vez lista, salí de nuevo por

rta principal, la vista me vuel

ve a tu casa—la voz de Lucas me

envenenen—digo enojada—Me voy—abro la puerta, pero me voy de b

oco caballeroso de mi parte. Vamos—me lleva hasta la mesa y frente a mí hay un plato con huev

mo sin ni siquiera ver

le y no permitiría

cas, después de un gran silencio—Ya supimos quien fue,

? —pregunto aú

que está enojado—Era u

la cara haciendo un esfuerzo por ocultar mi est

las apuestas y para mantenerte en él muchas vec

na ve

n la vida de otro ser humano, ¿Qué clase de monstruo crees que soy? Sin

o las tostadas, después me

as comer

que pueda

do—dice utilizando el tono que usa un p

es? Además, me quiero ir. No sé dónde estoy y solo quiero descansar y

ida. Es un ladrón sin escrúpulos, un vividor que…— no puede continuar po

e! ¿Te queda claro? —sin más,

upongo son la salida y lleg

era y me encuentro e

o—gruño

hay dos hombres custodiando la puerta como siem

voy hasta mi casa mientra

orando el móvil, también escucho a alguien

le

llegar la noche me doy una duch

ros, lisos, una blusa sin mangas, blanca, con una abertura frontal en

és de desayunar sal

★

porque no diste señales de vi

fas y las dejo

endo una mueca—Pero no. La fiesta

dió? —pregunt

o por la tienda— Carlo

sito, buscando algunas c

s pensamientos de Luca

s y la mañana fue exitosa, cada día los turis

es de la tarde—¿La señorita Bianchi? —pregun

n poco renuent

dejado el arreglo en la encimera de la caja y dándom

uscando café y algunas cosas para picar a esta hor

. Esta lista a las siete, no de

ca

igo arruga

disculpa. Pero no, el cabrón solo

minado hasta mí con café para todos, toma un

o mientras cojo m

dice sorprend

a miro—cierra la tienda. Yo tengo traba

a decir mirándo

con tristeza—Es l

—insiste como siempre—Eso a

e odia y no se puede hacer nada. Adiós Nicole—si