Una esposa para el, CEO

n poco como si nada por todas las sensacione

ciones y una de ellas creer en las personas puntos y a pe

de las personas me

en esa propuesta tan mági

al momento de darme cuenta que esto

clases frente a mis puntos no estaba aco

cisco, poniendo una mano detrá

cado debido a que todas las personas hacían pregunt

a, que Francisco

sentir mujeres me veían con bastante rencor puntos algunos cuchiche

ambiente —dijo Fran

ser un poco extraño que tú apa

piensen y si preguntan pue

a como no esperaba q

te molesta —dijo aco

lo que más me inquietes que alguien descubra mi

nte. Seguimos caminando, hasta que de pronto una mujer muy bonita, un a

ude evitar sonreír, se veía

tú deseas de la chic

s, desvíe mi vista con una

vío la vista

rmana, su nomb

y se acercó a mí co

mío —dije y

l momento, tú no les hagas caso lo único que quieres

stamos comprometidos —di

mismo es su fiesta de compromi

aber confundida en d

una sorpresa —di

río diver

mas pero estab

después me ve a mí mis

do, Aunque a una distan

distraída ¿y está bebé

mi n

decirme nada, la toma entre sus brazos; los

azos. No puedo evitar reírme de vida Mi

lo perfectamente alisado, 1 con los ojos tan azu

ú debes ser la pro

—dije con algo de tim

jo la otra, y yo la

..? —quiso s

dijo Francisco,

da atención. Cuando se fueron las rubias. Después de hacerme

solamente quieren

es un poco triste de que las mujeres mi

te preocupes punta si tengo que

ace falta que

escandalosa, y en parte tiene razón. La verdad q

da con Samanta ponte sabía que era una persona de c

as que al parecer eran importantes y y

con Sa

s saludaba distintas personas que ni si

la televisión, famosos y multimillonarios

personas de este calibre como la

er tenían tanto antojo de Francisco que me miraban como qu

a todo el salón

dos nos dirigimos hacia la terraza,

mar mucho vino

e ya había contratado Francisco ni siquiera

pir

mpo que no tenía tiempo para mí, que era un po

lado con la niñera, estaba comiendo algunas golosinas, que y

da..? — quise sab

demás de mi; pero... Aunque no creas como esto no ha cambiado mucho de la edad victoriana. Aún sigue los cuchicheos, quién se va a casar con él chico soltero, mi

que el mundo este era

hable mal de ti, tiene muchísimo poder, y además de que es bastante temible entre la g