Alas de Ãcaro
ra su sorpresa, se hallaba en su propia cama, c
nta de que la mujer encargada de su atención estaba levantándola pa
esado y sus extremidades no colaboraban, sumándole a eso que sen
tido que por favor cuidara de sà misma, al igual que su amiga, quien prometió hacerlo, pero terminó llamándola en med
recÃa no valorarlo en lo más mÃnimo, no cuando ni siquiera habÃa
uniforme ya estaba listo, como todos los dÃas, pero lo dijo tan
no recordaba nada de la noche anteri
y continuó con su trabajo, que en ese momento era adecentar el espacio, es decir, tender la cama
ya que olÃa a alcohol hasta por la frente
morirse sobre todo porque Boris no parecÃa interesado en ella del mismo modo en que ella en él, cosa que temÃa desde s
do hacerlo sin mayor problema luego de varios intentos, y aunque miraba a la ama de llaves con car
─ pidió ella, apenas buscando su móvil en el bolso
solo se mantuvo en silencio, sin querer
de que este no tenÃa carga, asà que lo conectó como pudo y se metió a duchar, todo porque no querÃa
mago contenÃa, puro lÃquido, pero por
sabiendo que no se veÃa tan hermosa como siempre, sino marchita de alguna forma. Cuando miró al espejo y estuvo fr
osas, entre estas el móvil
e tenÃa varias notificaciones, eran llamadas de su
no volverÃa a salir en al menos dos meses porque la castigaron, y en su
e no se ponÃa de lado de nadie en especÃfico. Se sintió terrible por haber obligado a la chica a salir de su zona de confort
e hallaba fuera de servicio, asà que
or, aún sintiendo puntadas en la cabe
ra bajado media hora antes a lo usual. Asà que les dio tiempo de comer e
eparando cada rincón de la casa como a ella le gustaba, más bohemio que ot
de la tierra, cosa que de repente no se sentÃa bien, y es que si supieran que se habÃa escapad
por eso, el trayecto se hizo más rápido tanto
obre lo ocurrido, y es que la ama de ll
llegó, se dirigió hasta el salón en el cual sabÃa que e
no solo sobre eso sino también sobre el porqué su tÃo estab
rente con Boris, quien le dedicó una mirada
ácil, irÃa tras él y le dej