TE PROMETO
i
orzándome es mi pase para irme para siempre de esta ciudad que ya no es suficiente para mis aspiraciones.
pocilga. Mientras, debo buscar nuevas emo
ta de Stephen tira la pelota intentando encestar pero a última hora se desvía impactando en la cabeza de la intrusa. "Se lo merece por estar donde no debe", me digo a mí mismo para justificar la acción de Stephen. Pero me preocupo cuando pasan los segundos que se acumulan
Kathy -l
de cerca su cuello perfecto, su piel lisa sin manchas ni marcas allí donde está exhibiendo parte de su anatomía, algo que por supuesto, no haría jamás en su estado consciente. Conozco a las de sus clases, son demasiado tímidas e inseguras de sí mismas por eso llevan... ¿qué diabl
inio, mientras la
está disponible para realizar cualquier tarea que le encargue. Lo miro
a un poco para que se despierte. Tomo su hombro y lo sacudo levement
con cierto alivio pues tendría que dar explicaciones al director ac
s y sale prácticamente huyendo
lo que sep
asentimiento con su cabeza. Definitivame
el S
en el mismo vecindario y acudimos a las mismas escuelas. Compartimos la pasión por el basquetbol y por las chicas hermosas. Obvio, me encantan las chicas, solo que no soy exagerado ni publico mis hazaña
todos. Katherine Parker entra en la segunda columna secundada por sus dos únicas amigas. Es que parece querer ser invisi
tiene otras tareas diarias que realizar y esta es el momento libre del día. Exhalo fuertemente porque he disminuido el paso por tanto pensar y no sé donde mierda está. Unos segundos antes la tenía a mi vista. No pudo ir tan lejos. Apresuro mi caminar observando a todos la
s pasos más adelante hacia la izquierda. Pero es más raro
a haberlo hecho, por supuesto. ¿Qué mierda me importa a mí lo que le ocurra a una desconocida? Katherine logró burlarse de mí hoy aunque ni siquiera sospeche lo que ocurre a su alrededor, pero mañana
uñas mugrientas le cubre la boca y sus ojos...por Dios, no
as opciones que tengo de deshacerme de todos. "Puedo con ellos", me aliento a mí mismo pero prevengo
tedes! ¡
mando", pienso mientras les sonrío. Mejor aun, así los tomaré desprevenidos. De tres movimientos me he deshecho de los malviviente
á agazapada en el suelo, vuelta ovill
a sus ojos color miel es el instante precis