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Desafiando al Destino

Capítulo 2 ¿Me alcanzó el maleficio

Palabras:2300    |    Actualizado en: 04/01/2023

n mis adorados stilettos color nude y aplico brillo labial con la otra mano, frunzo el ceño pues no hay forma

llas por no haberse dado cuenta que anotó a dos chicas para el mismo día y hora, ambas eran clientes súper i

to y tienen la solidez para contratar más personas, ambas se han negado, quieren mantener el absoluto control, mi abuela se encarga de vestir a la novia y sus allegados y mi madre de planear todo lo demás y hasta ahora les ha ido de maravillas, cuando las redes sociales aparecieron y se hicieron una herramienta indispensable para cualquier negocio tomé cursos y comencé a enca

no a ninguna idea, si es imposible de cumplir, trata d

é una risilla nerviosa, era inevitable burlarme un de

estudiado 1500 veces, siento qu

solo había instalado en mi cerebro el deseo de conseguir a mi propio príncipe y tener una boda tan espectacular que parezca sacada de una película. Pero, también soy realista, nunca he tenido al indicado en mi r

uir a un muchacho bueno, inteligente, traba

agabundo, mujeriego e indeseable, ya lo verás...

va a pasar, para mí el pensar en ello durante tantos años es lo que ha

ños que sabía me la sabía de memoria y aunque no iba a admitirlo delante de mi abuela para no contradeci

n portazo en la entrada y un alboroto que solo podía indicar una cosa, Camila estaba en casa, era la ah

regaño mientras le t

veo la piedra brillante que adorna su dedo. Me quedo boquiabierta, pasmada y sintiendo un millón de cosas al mismo tiempo, oficialmente soy la única que no se ha casado o s

, es todo lo que necesito para dejar de hundirme en la miseria y ser el apoyo que

lograste amiga, tendrás

ra mi boda... Ese será el mejor regalo de madrina de bodas que puedes

nojará porque me lleve a su prom

devolvernos a casa cuando no podamos c

rme feliz, entre nosotras no existía la envidia o competencia, si una c

ocas, pero si no se van ahora van

espedimos, en cuanto abracé a mi abuela retuvo mi mano y con se

los vas a conocer a los dos, recuerda mis palabras, el que mejor pa

e tendré cuidado... Ahora me voy

a Helena Castillo. - gruñó

z cuando me llamas así, ¿

sa, mi madre hacia un lado

o le había pedido matrimonio con el anillo en la bandeja del desayuno, le había cantado marry you y había obtenido el sí, tan enfrascadas estábamos en nuestra conversación que para el momento en el que el auto de Cami decidió deten

solo dejar el auto aquí botado

al borde del colapso a la

ndo una lujosa camioneta negra con u

ervicio sé lo que tengo que hacer, nada pierdo con intentarlo,

envíame un whatsaap y espera

a puerta del auto y corro a toda prisa recortando la distanci

que ya habías llegado. - Finjo a la perfecci

irada se conectó con la mía. Sus ojos de un color aguamarina que nunca antes había visto fuera de lo

servicio... Se ha con

ntón solo lo hacían ver más caliente. Controlate Malena... La reunión es lo que debe importar, no importa si el tipo

mi celular - No puede hacerme esto, yo voy a una reunión de

conductor regular de este auto, por

o, y mi app indica este vehículo, ¿De verdad se

tipo sintió tanta lástima por mi o si sólo quería que de ve

dice a donde va y si queda en

añana de navidad y le tendí mi celular en

en vía, pero a cambio tend

o solo era terriblemente guapo sino amable, caballeroso y tenía buen sen

s, te diré mi nombre... De

como eres muy bonita y estás alegrándome el día lo dejaré

e diré mi nombre y te daré

estuve frente a la puerta de uno de los

unta, no supe en que momento había cumplido su prom

bre y tu númer

lo, me consigues como Le

staba interesado en mí, buscaría la manera de contactarme, algo muy dentro de mí me gritaba que él era el hombre que había estado esperando tanto tiemp

totalmente sonrojada y unos impresionantes ojos azules me dieron la bienvenida, el tipo estaba enfundado en un traje que parecía costar tres veces más que mi casa y sus mú

ucho, discúlp

también venía dis

a usted todo e

ta la cual no pude evitar corresponder con otra. - Me llamo Mi

mí, una espinita de desconfianza se instaló en mi cerebro recordando la vieja leyenda de las C

ero estoy llegando tarde a una importante reuni

enda era real? ¿Me habría alcanzado? ¿Y es que, si no, cómo de ser una completa invisible, sin pretendiente alguno de la nada dos tipos con ma

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