TRISTEZA
A.
mi bebé crece y se mueve dentro de mí, aún no me acostumbro del todo, es una sensación ta
quisita, las habitaciones son muy ámplias. Luis Francisco, decidió comprar la que m
s un varoncito; nuestro Federico, ya
emocionado me hace tan dichosa que siempre quiero llorar. No pensé que se pudiese amar tanto. Luis Francisco va a la universidad por la mañana al igual que yo, por las tardes vuelvo a casa para descansar y ocuparme de mi hogar, él se va a las oficinas de su padre. Trabaja m
tros. Sonrío como tonta, pero no puedo evitarlo, ella es mi adoración, la amo tan profundamente que la siento tan m
es secreto para mí que Linda, es su favorita.
do, no porque me ame más, sino
¡ te has quedado otra vez con esa mi
sa- me disculpo- s
ceño. Amo ese gesto en ella, le d
odo u
mi hermanit
o preciosa, es tu
uerer mucho- se e
ició su cabello sintiendo una
elve mi hermano
rdar en lle
stel?- preguntó abri
- apresurémonos o no s
eses des
rme panza. Mi pequeño Fede debe ser muy grande, y cad
Suspiro sintiendo su cuerpo emanar calor. Soy tan feliz, no me hace falta absolutamente nada. Ese hombre es mi ami
mi oído, su voz ronca llega a
Te amo, t
maginar- acaricia mi barriga. Tengo tantas ganas de l
- gritó
rna nervioso. Me gira y me d
e me he orinado, pero luego lo comprendo- Amor. . . llama a mis padre, a los tuyos y por lo q
angustiado, está m
RANCIS
édicos, Lisa no estaba dilatando. Después de alrededor de un par de horas de dolores, entramos a sala de partos, Lisa pujó como toda una heroína, se ha
de hinchó de orgullo y amor. ¿Se puede ser más feliz?, No lo sé, p
é tan her
mirarlo. Tan pequeño, tan frágil, tan vulnerable, tan dulcemente hermoso y perfecto. No pensé que
la frente de mi am
dice y mis ojos se
o, lágrimas recorren mis mejillas. Lisa me mira y sonríe- G
erta de la habitación se abrió
sa!- gimió mi sue
a subirse a la cama, sus dulc
reguntó frunc
sa- le resp
te, e increíblemente el niño esbozó una mueca qu
car
emoción. Y no dude ni por un instante que su pequeñito corazón estuviese hablando c