Vuelves a mi vida
ía decidió regresar a casa con su novio y compartir una apasionada noc
on su novio en la misma casa y en la misma cama donde dormían. Aida no pudo contener las lágrimas, solo
la dolorosa escena. Espero pacientemente fuera de la casa y se llevó la sorpresa de que su novio ll
ente que se estaban separando. Ella no quería tener nada que ver con él y después de
po que su cuerpo no daba para más. Pronto subió las escaleras del bar que conducían a las habitaciones para descansar y para algunos clientes VIP. Abrió la puerta y sin darse cu
ió lentamente los ojos para mirar a un hombre apuesto, fornido
en ese hombre no le sucedía lo contrario. Le gustaba esa mujer y era más que notable; sus pantalones se apretaron con
amargo. Estaba muy nerviosa y su sentido de la justicia la estaba traicionando. Sin embargo, deseaba a este hombre y el sentimiento era mutuo. Y como
ombre al que Aida recordaba vagamente y el dolor de
molestia antes de girarse para mirar al costado de la cama, notando una pequeña caj
talles a pesar de su apariencia fría y eso era alg
o, acto seguido se vistió y salió de allí como t
se detendría por nada del mundo. Y así fue hasta unos años después, cuando recibió la noticia de
o tiempo escuchó los gritos de su hermanastra por toda la casa y puso car
con un vegetal! ¿¡
hija! ¿No estás
uiero casarme con ese homb
médica más grande. -Su madre explicó pacientemente-. Sigue sie
levantar de ahí aunque le ocurra un milagro! ¡Imagina cómo voy a vivir con eso!
lo por tu padre -
ar? ¡Es perfecta! Ella es soltera y p
urla y al mismo tiempo de conmoción. Escuchar a esa mujer decir aquella propues
yo con él si es a ti a quien
sarme con un hombre que ni siquiera pued
o los dedos índice y medio de ambas manos-. Al final solo
hombre no es la mejor de to
hombre esta vez, Marie? No p
mente con un gesto de disgusto-. Prefiero
la cara de estupidez de aquella mujer le revolvía el estómago
palo en palo -dijo Aida molesta, poniendo los ojos en blanco