El Prostituto (Placeres & secretos)

e alguna follada

resente en un abri

tras cosas más. Arreglo sillas y entre Ricardo y yo nos encargamos de mesas, l

cuando llego a la barra colocando la bajilla en

n ustedes? —pregunta ella con cierta bu

los dólares que ha ganado en el tra

atención. Bajo la mirada y se refiere a que l

a, tomándola por debajo y alzándola

por unos segundos leyendo con sus lab

r de mirar el cuadernillo. Luego levanta la mirada y en él noto una sonrisa burlona, mald

ena ni vergüenza alguna. Le saco el dedo del medio de la otr

ores de una edad avanzada, tenían

iéndole. Ellos hacen lo mismo, tomando los pequ

pañado de una mujer mucho más joven que él, aunque no se le muestra la cara. Tiene un sombrero rojo

mpre hago solo para no espantar a los clientes porque aunque me levante o esté de

mí casi no puede hablar, arrastra las pala

ale una mierda lo que hagan o quienes sean mientras no traigan problemas, pero creo estos dos son o infieles, o l

ando de todas y volviendo con la bajilla a la mesa con la espera de que no

os al ritmo de la música y otros haciendo idioteces. Mañana no salgo de la h

ún algunos comentarios ella tenía muchos años trabajando

alón. Lo chequeo, se tratan de notificaciones de YouTube, veo arri

ca un hombre, quedando frente a mí. Apag

nta y cinco años, pelo peinado hacia atrás, viste con corbata, saco, camisa y pant

ncima de la fuerte

o, él hace lo mis

ien, así que me acerco más, siento que se incómoda porque

pido que m

no —no entiendo lo que comenta, p

l ceño, desconcert

va refiriendo, está incómodo, sus

er Fucker —me halago a mí mismo con

su tipo. Son hombres, también mujeres, confusos, con miedo, pero con ganas de experimentar. Son mujeres y ho

bién a hombres a los que nunca le han dado por detrás o

me intenta explicar haciendo gesticulaciones

glas cuando se trata de follar con uno de mi mismo sexo —, pero si puedo chupar,

ando con gesticulaciones —, pero… ¿podemos hablar en

da de Ricardo, quien está sirviendo bebidas para unas personas que están sentadas del

parecer él entiende porque me asiente, sin mirar hacia atrás me

al siempre está abierta y nunca se permite que se cierre, quedando en el largo pasillo vacío donde hay

go, acomodándome en la pared. Él se no

dago para tenerlo al tanto, no obsta

enos —mira el suelo, cabizbajo. Juega

areja pues ya, hazlo y punto, que se dejen de rodeos. Más vale que venga con una prostituta o prostitu

aredes. Yo te follo y ni me acuerdo. ¿Qué crees? ¿Qué si te follo me recordaré de ti? Obvi

menos un poco porque el suspira soltando el aire después. Asiente

o que hacen otro tipos de cosas —dice él y sé nota

uales que la lista de Santa Claus le quedaría corta. Se practica

ro un

a mierda? Está tartamudeando, cagándose de miedo únicamente por un simpl

interio

debajo de mis axilas para tener

un

que quiere —Un trio con una mujer y conmigo, con dos muje…

si fuese algo que hubiese estado carg

re un favor sacándolo de la barra donde obvi

ero ya que estás aquí… —tuerzo los labios, dándole a entender qu

a mismo. Solo d

guna preocupación ni objeta a nada, de hecho, lo que hace es meter

érame aquí. Busco a m

ne y asient

en, los

, sigo y ya afuera la música se hace más fuerte, más intensa. Veo a mi compañer

a cabeza, se dirige primero a la barra, le murmura algo a Ramona, esta nie

mí, riendo con cinismo —Me dejaste solo y tuve qu

mona —carcajeo, r

qué me

trío con dos hombres, ¿te atreves a lo gay o

asco, nunca lo haría —viene donde mí creando mu

ontrándonos en el pa

ía? —pregunta Ricardo,

le digo y

erro la puerta y me voy desvistiendo mientras camino, quedándome en bóxer. Ya

elo. Su ropa sigue en su cuerpo y creo que ni mi

a ropa? —investiga Ricardo, yo iba a

en —musita, nerv

a a prenderme cuando mi compañero toma al cliente

compañero siga besándolo y disfrutando de sus labios. Le quito el saco, la camisa, ya no tiene la corbata porque Ri

ración de Ricardo. Ambos tenemos una conexión de miradas que no tarda mucho porque me voy encima de

voy por los preservativos. Ya se ha soltad

res, giro la cabeza cuando escucho gemidos y el hombre está tan suelto que lo

e, vuelvo donde ellos y beso al hombre que disfruta del placer de mi amigo, no obstan

que se lo mete hasta la mitad mientras que la otra mitad es masturbada por una

a rodee en mi cintura. Lleno de lubricante mi polla sobándola por encima del preservativo, hago lo mismo con dos de

de placer. El que me besa se va hacia arriba, atacando los labios del que vino donde nosotros par

apoyo en la cama y comienzo a ejercer lentos movi

do los besos con Ri

más fuertes. Ricardo toma el pene del hombre bajando hasta él, chu

o, se pone en cuatro quedando su culo blanco frente a mí, pero su polla baj

al hombre. Mi pubis choca con sus nalgas y

e cuando Ricardo le da un chanc

ciendo que el sonido de los golpes del impac

í, oh.

Du

to con

to de él, dejand

ue él sea el próximo en follar al hombre que

no tarda en obedecer lo que dice el que a

o y usado para luego fijar mi polla en su boca, hac

a poco. Él no llega ni siquiera a la mitad cuando le dan arcadas, creo que siente pena y p

ás con rapidez apoyando una mano en l

Ahg! —me pregunta él gimiendo por

cuando su saliva baña un pedazo de mi falo venoso, sabore

ela da piel de mi falo. Me despego de ellos, recostándome con el espaldar de la cama para ver a Ricardo follar al hombre mientras que él se ma

e viniéndome por la rapidez de los movimientos mi mano derecha. Los demás hacen lo mismo,