El CEO y la chica que le rompió el corazón
diversas circunstancias, siempre, sujetos a lo incierto, la presión, y un montón de cosas que no podemos manejar; agreguemos también que, si te toca ser mujer, adolescente y en Mé
, que por esos días, no me podía negar nada; pidió un buen descuento y me lo obsequió; yo le sonreí, porque también quería que estuviera mejor; juntos fingíamos alegría para sanar al otro, pero ambos estábamos muy tristes por la muerte de Clara, mi madre, de quien tengo muy poquitos recuerdos; uno de ellos, es vernos a las dos sentadas en la arena, contemplando la luna creciente. Ella me hablaba de algo que no soy capaz de recordar y eso me ha molestado siempre, es por eso por lo que ese día en Italia quise llevarme ese libro; su portada eran dos mujeres de la mano mirando hacia la luna. No me costó mucho aprender el inglés; después de todo mi padre vivió allá y tiene conocimientos, aunque muy básicos. También me esforcé mucho por aprender en el colegio, y con el cambio al Instituto Cumbres Godwin, terminé de aprenderlo a la perfecci
No quería sentirse mal, quería olvidar y ser olvidado, por esa razón se propuso no volver a México hasta mucho tiempo más; de hecho, habían pasado un año desde ese encuentro. En un mes ella cumpliría la mayoría de edad, y él podría estar libremente con ella, sin cometer delito alguno. Esto lo estimu
muerto? _ suspira y mira sus elegantes zapatos tr
ivó a buscar al
responde
on tu psicóloga, nada de lo que hab
? _ pregunta él a la mujer
us trabajadores; esto último, no por un tema altruista, sino más bien por un tema de productividad. La mujer era Liz Carlson, una mujer rubia, exuberante y muy formal, que se había enamorado de él desde que estuvieron juntos y cuando lo volvió a ver como su paciente; se hizo la que no lo recordaba par
me dio lástima, quise tenerlo conmigo cerca y que si existe eso de que las almas quedan deambulando aquí ant
a qué signi
a él mirando hacia la nada pa
ía recurrentemente, al punto de ni siquiera recordarla cuando la vio; pero saber que una chica tan joven y además hija de su primer amor, estaba allí disponible para él, la
eos sexuales
uena su móvil, lo mira y ve que es un mensaje de
odiaba que sus pacientes no apagaran sus aparato
mi padre
s con eso? _ él
ó, se puso de pie
os terminado la
no hay problema, él camina hacia la puerta del gran d