UN MENSAJE DE AMOR
ítu
se quedó perpleja, aqu
ue sepas que siempre fuiste mi único amor, y que me voy con
acosador...-pensó
el, esto no es popara mí, -le dijo int
muy agradable justo cuando estaba a punto de salir de cas
ura ni siquiera he tenido novio nunca, y
la correspondencia de una mujer-y agrandó los ojos,
ebe ser un error, y mire al dorso hay unas cifras escr
es un número de
ver quién es, así
an presentado correctamente y po
e surge de la nada
r si era una broma de él, o le intrigaba en verdad aquella
hacer señor Essenor, y le com
mente puesta e
se burlarían, no, mejor lo guardaría en secreto hasta ver de qué se trataba. Se cambió y salió para coger el autobús que la llevaría a casa. No se percató de que acaecía a su alrededor, se encontraba ensimismada pensando en mil posibilidades y ninguna le satisfizo. Llegó a casa, a su pequeña buhardilla
z grave que evidentemente
e...¿q
rque ha llegado una sorprendente nota escri
utivo de Contry and Varyon.
mación de sorpresa se escuchó
nada tan incorrecto ni mucho menos pa
rnos y ver cómo resolver es
do, sería muy agradable
cinco?, llevaré un vestido de co
azul marino, de traje
na taza de té y veremos de qué s
en la pastelería de estos. Harold llegó en primer lugar, no resultaba correcto que el caballero llegase tras la dama. Se acomodó en una mesa justo en medio de la ca
la señori
que usted es el
untó las piernas in
en la cafetería en que trabajo. Y él no la había escrito, al menos eso asegura...-le dijo sacando el sobre y deján
mi letra...-le reconoció- pero...no, no
misterio y siempre he queri
sí, ¿de quién cree
ondres y nadie sabe mi direcci
nque lo parezca por mi as
ntras le hincaba el diente a
tó con su sabor
a tarta más que por el
tiene novia?-le preg
ino centrado exclusivamente en su
enido novio y por supuesto no he e
aro...-ase
lmente atractiva y se movía elegantemente, aunque precisaría eso sí, de unas clases de modales para poder moverse entre los de su clase, tan acartonados como estaban. También necesitaría renovar su armario, y estaba pensando que quizás lo hic
traje gris perla y una camisa blanca. La corbata fue de un color más atrevido, granate. Bissent, su ayudante le sirvió el desayuno en el salón principal y después le ayudó a meterse en el coche que cada día le llevaba hasta su cafetería favorita. Aquel día iba a ser
legado, lo hacía dos minutos exactos después de él siempre. Pero no la vio. Se sentó e
omara e
osero con usted, pero esperaré a que llegue la seño
esto de desaprobación. Estaba segura de que conseguiría una
nte y corrió a cambiarse. Llegó jadeando
o me atenazaba señorita Margot. -se le acercó para susu
a y quizás quiso aprovec
do amigo Marg
ento, s
tú se lo ruego, yo haré lo m
timos un secreto y eso es lo
etectivesca, pero me gusta Mar
le, esta noche no he podido dormir, pero c
perdón cuén