AARÓN
u forma de vestir, de hablar o de comportarse con los demás. Yo también era así hasta que
mismas preguntas. ¿Quién soy yo y quien
verdes, cabello largo de color castaño, y soy la hija de Antonio Men
a con un baby doll blanco y una tanga del mismo color delante de un montón de desconocidos que me quieren comprar. La gran mayoría son hombres
e con tan solo mirarlo con esos ojos verdes, pero lo más importante es que es virgen. Así que vamos a ver cuánto están dispuestos a
ares – dijo un viej
medio de dora
s diciendo cifras cada vez más altas
r, supongo que son sus guardaespaldas. Cuando estuvo lo suficientemente cerca lo pude ver mejor. Era un hombre joven de unos 30 años más o menos, alt
ja se termina – dijo un hombre d
do y escapándosele una sonrisa – Ofrezco 100 millones de dólares por la muchacha –
. Entonces caballero puede llevarse su adquisición una vez haya pagado – le dijo este mientras el otro se acercó y me ofreció su mano para bajar de la tarima, la cual tome con temo
a uno de sus guardaespaldas antes de acercarse a mí y poner
acionadas en fila con varios hombres alrededor de ellas. Veo co
abierto la puerta, este solo asintió. Nos subimos
norme con muchas ventanas. Las camionetas se estacionaron en frente de unas escaleras que daban a la entrada de la casa. Un
descansar – le dijo
n al unísono todos y se dier
ar agresivo volviendo a ponerme su mano en mi espalda
gando del techo. EL salón era igual de espacioso con varios sofás y un piano en un lateral al lado de un gran ventanal, el cual permitía ver toda la ciudad a lo lejos y junto
con una voz tan dulce y llena de amor ac
uriosidad – Nana te presento a Ángela. Ella se va a q
de Aarón – dijo con una voz dulce y dándome un abrazo.
s mí – dije
y está asintió mientras yo me quedaba en shock, y pensando en lo que le acaba de pedir a su nana. ¡No entiendo nada! Me acaba de comprar como si yo fuera un
por favor – grito un po
años, tez blanca, ojos color miel, cabello de color negro recogido en una trenza – No sabía
gar – dijo mientras l
elo después de alejarse de él y mirá
pasar un tiempo con nos
es Consuelo – dijo está dándom
– dije devolvié
de las habitaciones de huéspedes y pre
ente de la mí – dijo con alegría – ¿Me acompañas? – me pregunto
Aarón al darse cuenta de q
un momento? – le pregunto María a
ras Consuelo me agarraba de la mano y
orme habitación. Al entrar se podía ver una cama doble en medio de la habitación con dos mesillas de noche a cada lado, una cómoda en los pies de esta y dos puertas justo enfrente de la cama que supongo seri
do la puerta de la derecha - Hay un armario justo al lado de la puerta donde encontraras toallas limpias por si te quieres dar u
puedo pedir un favor? –
ieras – dijo a
prado - digo tartamudeando – Yo no quiero que me haga daño – digo
a ello y, por otro lado, lo que te puedo decir es que confíes en él. Aarón es un hombre que inti
gura de ello? – le preg
e defendió, le dio una buena golpiza, y le dijo que la próxima vez que se acercara a mí lo iba a lamentar. Después me trajo a su casa para protegerme, ya que yo vivía con ese animal y no tenía donde vivir, y aquí
nada a cambio? – pre
pediría a una mujer algo a cambio po
stás enamorada, es así, ¿Estas enamorada de él? – le
, te voy a buscar algo de ropa, ahora vuelvo –