la sumisión
as rodaron por mi rostro. Me chu
uier
o, frotando dond
siguiente,
ba aplicando mucha
dos más y segui
Sie
inal
O
ultad detrás de mí y parpadeé c
orrea y escuché sus
estaban de regreso, frotand
bien? él
on un tembloroso s
i se
uaron acariciando
io castigarte, pero no puedo a
nes. Tú
a próxima vez m
anco y se inclinó para que su cara
una mejilla, luego la otra. M
an más y más a los míos. Y lue
suave y pro
spi
ojos bailaron con
tendió la mano. “Quiero
N
antes de soltarla. No se tam
o a la
fo dos
castigo este fin de semana; nuestro
tes, y aunque disfrutábamos de nuestr
de semana fundamenta
fí
avorito, pero me sentí aliviado
que ella pod
s profundamente en el estado mental n
ómoda que me sentía recuperándome.
amos
olocada boca arriba, con los brazos a
a descripción exac
recordado", observé. Aunque ella no s
ue mi cumplido le
ímu
erpo. Observé la larga líne
e se ofreció a mí.
í por su torso hasta sus brazos, cap
uestros ojos se encont
los ojos”
a. Pasé mis dedos por su estómago y c
mesa. Su piel estaba es
ale
ie
me hizo
lo, Abigail. Siente lo expu
te mis palabras. Excelen
hundiera, sabiendo lo impotente qu
ue quiera —dije, todavía s
ban y excitaban. “Y tengo la
sobre su trasero. Su trasero todav
nsé por un momento en recordar que
que era mejor no hablar. Ella necesi
e no lo hiciera, sería parte del ent
había conectado t
onita,"
ando mis manos por sus delicados
de su garganta. Acaricié su cuerp
umbrarse a su estad
n mi toque y en mí. Gradualmente,
ermaneció e
y pasé mi dedo por sus labio
ermaneció quiet
n su sexo, mi pulgar en su clítoris
así, mi perra? Empujé más profundo.
que sé que me perteneces o que har
dedo d
mbos?' Pregunt
sabía. Sin
para depositar un suave beso en s
antes de pasar mi lengua a lo lar
cio. La lamí de nuevo, disfrutando d
luchaba por permanecer qui
arrastré la punta hasta su clítor
es, rozando contra
mía y mordisqueaba, haciéndole cosq
de ella, mordiendo más fuerte, ex
amente a
tratar de contener su clímax: su
una vez, enviando una larga y constant
. Se tensó mientras
os y sabía que si volvía a tocar su car
arte superior de sus muslos y sus pier
endo la ex
fundamente y su
n, Abigail. Esto
isa se dibujó
cuentra tu alegr
sma posición el tiempo suficien
do hasta sus hombros, acaricié sua
vez que terminé. Luego bajé las piernas
masajeando suavemente las pantorrilla
orde de la mesa, con la