El CEO Es Un Alfa

actu

as-G

de ballet

r

lo que le sucedió. También me costó aprender a vivir sin ella y a descubrir que el mundo brillaba menos, sin las dos Luna

cosas no fueron

ha estado conmigo desde la muerte de Amelia, pero no puedo responder a sus sentimientos. Se supone que estamos en una relación de amigos. Salimos como amigos y yo la quiero de

a era la mejor amiga de Amelia y es quien me ayuda cuando estoy trabajando. Entiende mejor a

cesa sufra por su pri

ran amarillos, pero cuando Valentina cumplió los 6 meses, su tod

una vida como yo. La diferencia es que aquí,

que Amelia estuviera aquí para

oy muerto en vida. Solo por Valentina vivo y

ciudad por unas semanas —la voz de Mara, me regresa a la realid

mueca de

te paciencia —me quejo, Ma

nte y paciencia tiene, pero cada travesura de

por dos semanas. Puedo estar lejos de la academia, pero el vicepreside

persona más id

ar su lugar después de vencerlo y hacerlos libres de ese despiadado hombre. Tomé el l

ene mal carácter —

emente—. Hay varias chicas que p

puedo ponerla a pasar trabajo —paso mis ma

—se levanta de la silla frente a mi esc

*

todos podamos convivir, pero hay ciertos lugares para personas y los no humanos, tengamos nuestro espacio.

an los humanos y en

ongo yo, que Mara está buscando una humana

ra cuidar a mi hija

ero era más que todo para estar cerca de mí y enamorarme. Les olía l

le pregunto a Mara, al ver que mi

n fuerte olor a perfume,

nte nos gruñó a todas —nos informa avergonzada—. La señorita Mara

de un

está esa chica? Porq

, me hace girar la cabeza hacia la puerta. Una mujer de cabell

Mí

años, logré volver a esc

despertado

de ser

esto de mi vida. He conocido millones

e haber

ía amo a

a, ve p

r a esa castaña que ni me había visto. Valentina, como si hubies

o! —el gruñido de mi hija,

hacia donde me encontraba y me di cu

Mara —mi pecho estaba acelerado y su aro

re

—gruño, ante su desobe

Mía!” “¡Mí

mo mis huesos crecen, mi cuerpo está notablemen

ugar, la va

en... llegar a la chica castaña que estaba al lado de mi hija y

debe dar el ejemplo ante el mundo —podía sentir la molestia en su voz—. Sabías que aparecería un mate para ti, p

que no se iban de los míos, su sonrisa encantadora, esa piel… su

ndo lo que decía, fue la respuesta inmediata que t

y esconderse detrás de la chica. Mara entendió que había encontrado

mujer que tenía enfrente, me había he

, pertenece a esa mujer q