El Niño del Piso Dos
con ellos en un departamento de paredes rojas manchadas de blanco. Lo único que tenía para entretenerme era mi querido oso d
te; es oscuro, es mi hogar temporal hasta que pueda ascender
. Qué importa tu sexo, tú fuiste esa persona que escuchaba todas esas botellas romperse, los llantos que provenían de mi departamento y los gritos incesantes. No te r
ía hice el pacto para convertirme en un ser más allá del entendimiento mortal. Nada malo me pasará. Solo estoy y
hes enteras o echaba agua sobre las camisas de papá que olían a perfume de mujer y estaban con cabellos que no eran de mamá. Ella le solía recla
dijiste! No, no y no. Son lo peor de lo p
nas cerca de mí miraban hacia lados opuestos al mío o se iban sin decir una palabra. Aun así, procuraba tener respeto
co o apartarme del resto de niños con aquellas sonrisas de o
s son "ellos" Nunca quise decírselo a mis p
cama; excusas baratas último momento, castigos llenos de lág
ave le pasó; fue culpa de mi torpeza ya que una vez me c
uerdos del pasado. Quizá lo único que extraño de ellos e
íos, no tuyos. Entiende de una sola vez, provocast
buena compañía. Si te portas bie
as preguntas incómodas que haces. Me recuerdas a todas esas veces donde usaba mi men
iempo que dejé de ser como tú. ¡Mira lo que hici
o tienes una familia, una pareja o amigos que necesi
en este sitio por siempre y tendrás una muerte poco agradable. Tú no quieres volverte un ser con la oscuridad ni
estoy!? Si me llevas contigo mi nuevo "yo" nu
n como lo hacían los míos? ¿Deseas no volver a ver la
mprendes. Vamos, tu vida es oro. Deja de pro
suficiente tiempo conmigo, oíste mi historia si
a puerta -a veces ventana- de regreso a tu mundo; el abu
vez sólo por ti. No des vuelta atrás ni te dejes intimidar por las luces rojas que desaparecerán c
ella. Quizás eres una persona única entre millones
villosa vida. No sé si aún puedas oírme; un segundo...
cuchar mi historia. Las luces rojas no tardarán en reaparecer para terminar
ntaia y sigo siendo