BAJO COMA

atuendo de color gris perla una camisa blanca y una corbata del mismo color del traje, los cuáles hacían juego con mis ojos claros y mi cabello negro. Escogí es

sola mujer con todo los aspectos en mi existencia y adolescencia. Teniend

toria ante la multitud. y cuando no oh porque dejarían de hacerlo, siendo yo el ni

a mujer la cuál una vez que tuviéramos la edad adecuada pasaría hacer mi

s tacones punta aguja. Lo que hacían que la viera más esbelta de lo acostumbrado, con sus bellas piernas entrelazadas a unos pocos met

ación culminó, Miré a mi chica y le hice señas q

novia. Encontrándonos en una mesa redonda cubierta por un mantel transparente de color beige, sentados en unas sillas de madera. Ha la espera que el amo

n asombro del haberlos

te veo nervioso, mi madre me conocía perfectame

go desde que tenía 16 años —¿Cuándo será e

o siempre y cuando actúes con responsabilidad para no tener

or lo que estaba tempe

hoy es es

da de mi

amente manteniendo la mirada fija con mis pupilas y mis ojo

rpresa hijo. De ser un buen estudiante y el mejor regalo de nuestras vidas, te gradúas a una edad temprana de paso vas a presentarno

s, eres todo una caja de sorpresas ese es mi mucha

espera por favor, una vez cumpliendo nuestra mayoría de edad no

adora. Su apellido les calló como un balde de agua fría a mis pa

lard

ur y Sra. Raíza—saludando

Smith, respondiendo mi madre Realmente hermosa mi hijo no pudo tener mejo

ersonalidad hablaba muy bien de ellos, obtenido el privilegio sin

gustaría conocerlos. Pregu

obre todo sobresalían las miradas de horror y desprecio mi madre asia el padre de mi chica,

ecta y entré otros halagos. En un abrir y cerrar de ojos cambió de idea y de actitud terminando por despreciarla. Quedando Yo atónito antes los gestos y las palabras dirigidas a la familia Gallardo de quién formaba parte mi chica. sin imaginarme que existe indiferencias en nuestras familias, presencié miradas entrelazadas perplejas llenas de od

padre moría de las iras, tenia razón de estar furioso al escuchar