El cuaderno de Dylan
do con Dylan. Mi vida cambió drá
esia y rezo porque Dylan se recupere tan pronto como
¿Cómo se encuentra? Si los doctores tien
n duerme. Aún no ha de
, leerle libros o a veces
de hago los deberes, ceno, me ducho y duermo. Así todos los días... except
an diferent
día que regresé de
ashb
uedado—les reclamo a mis padres mientr
y tristes por mi partida —agr
?! —pregunta mamá acercándo
o de ello durante todo este tiempo — res
urante 12 años! — pienso mientras reb
— opino abriendo la puerta principal con
iende mamá abriéndose paso— Además, míra
da, todo nos queda cer
— pregunto al percibir los cambios en la estructura, con
e papá sonriente,
esto es
urmuro casi
ecuerdo era mi antigua habitación y
anza llegan hoy y redec
subo la escalera de caracol que
esta
guapo, con una mirada profunda y una
de saludo y regalando un
ono en mi mente mira
así que efectiva
n me causa timidez. Así que me voy prácti
ado — cuento casi preguntando, hago un g
e muy tranquila —. ¿N
o extrañada tratand
tivamente n
pone mi madre. — No puedo creer que no te acuerdes de él. Eran inseparables,
tenía 5 años — mani
ño Dylan. Que ya de pequeño no tiene nada — pi
el Flas
go a lo que estaba acostumbrada, el plan era culmina
fueran los libros, tener la mente ocupada en tramas
ia, callada y sin motivación por cosas que antes solían gustarme como tomarme fotos y
conocen tan bien como para darme mi e
o encontrándome con el sacerdote Juan Pablo que está encendiendo unas velas, me da su bendición y tene
n de Cristo Crucificado, uno m
égelo Jesús, cuida de Dylan y has que se recu
jos durante
ría para finalizar con el padre nuestro y
engo claro que la tragedia del chico que me gusta m
costado me top
os este conti
o con una pe
por tu amigo siemp
cabeza y me mar
mi casa no entro hasta
rde en la empresa por eso no me mo
del día de hoy, no sin antes echar un vistazo para
hospital. El olor a desinfectante me envue
do a esas máquinas, una monitorea su frecuenc
sa, cambio el agua del jarrón y coloc
as para que siempre haya color
r los cables, dejo a un lado
o para lueg
he dejado de pr
ndo con el mechón de cabel
adora. —Me presento por enésima
chelle esa historia la h
otra vez — digo triste sabie
la alarma y subía lentamente la escalera al techo par
que horneaba, ¿Podrías creerlo? — digo ent
iendo en tu pequeño cuaderno concentrado. No sé qué es lo que
rpo. Tienes un cuerpo muy ejercitado, tatuajes por todo tu brazo y una pequeña cicatriz en el abdomen. Sí
ue descarada se ha vue
as hormonas revolucio
a salir o a conversar entre tejados, pero tú
l primer paso, tal vez querías contarme algo, decirme que te estaba pasa
e durante este año y no pued
uenos después de todo. Sin juzgar
os se buscaban en ligeras ocasiones y tú solo sonreías, con esa sonrisa hermosa que tie
ludabas y cuando me llené de valor y pensé hacer
e la gran puta y se ríe
istes. —digo secándome con mi pul
n la Universidad, la mi
ablar y que fueras mi guía, que me dijeras com
te tengo un pl
ntaré infiltrarme y averiguaré por qué te intentaste