Si el destino me toma el pelo
as tres chicas, Debbie, Karen y Kristina, se estaban divirtiendo mientras se tomaban de las manos. Mientras tanto, los dos
cular, comenzó a quejarse: "¿Cómo diablos no están cansadas? ¡No parecían tan enérgicas en la carrer
Kristina. "¡Por Dios, vamos Jeremías! ¿Cómo puedes decir eso? ¡Además eres un grandullón!"
la tienda justo en frente a ellos
or! ¡Por fin!",
su bolso nuevo. "Los
ntos, Jeremías respondió con júbilo: "¡Genial
n varios restaurantes elegantes y lujosos, y en el quinto piso, se encontraba uno de lo
, Karen lanzó una mirada desdeñosa hacia Jeremías
to que uno elija, habría un cocinero profesional para ello. Podrías ver cómo el cocinero preparaba el platillo justo
estín con los deliciosos platos que se sirven en el quinto piso. Aunque, debido al c
ue la alegría, como si su alma hubiera abandonado su cuerpo, y repitió lo que Kar
tas en el hombro, señaló un sofá cercano y le dijo: "¿Por qué no se sientan
labiales, así que se acercó a ella con una sonrisa amistosa y dijo: "¡Señorita, ese producto es uno de los más
Debbie con incredulida
staba el set de labiales que tenía en la mano, ¡1
sostenía en su mano. Luego dijo en voz alta. "¡Oye, jefa! ¿Por qué estás dudando? ¡Conduces un auto que vale millones a
es mío". No importaba lo caro que fuera el auto, no tenía nada que ver con ella. Todas las
a voltearon sus cabezas al escuchar unos alb
lo mismo que todos y volvió la cabeza hacia la dirección dond
dida de color negro que acentuaba su cuerpo escultural. Los zapatos de cuer
tan profundos y severos que nadi
s en una fracción de segundo no era otro que Carlos, el marido de Debbie. O mejor dicho, el ex marido en un par de días. Y de p
e relacionaba con una mujer. Por lo tanto, esto provocó muchas preguntas, especialmente a
ró para mirarla. Con el corazón palpitando, ella bajó la ca
esesperación: '¡Por favor, que no m
abrió los ojos al darse cuenta de un det
eza por completo y se volvió hacia Karen. "Oye
lentamente, Karen gritó de emoción, "¡Debbie! ¡Esto debe ser el destino! ¡Te encontraste al Sr. Hilton de nu
o una pregunta a Debbie. "Debbie, ¿quién es
ue lo sabría?', Debbie
en la escena también. "¿Crees que
hacer con esa idea?', con
abeando por Carlos, Debbie llamó su ate
z de una chica interrumpió: "No creo que debas comprarlo.
voz, Debbie vio que era la chica que estaba junto a
¿por qué me e
s de rojo intenso y sus uñas con un tono marrón. Olga se alejó del hombre para acercarse a Debbie y le quitó el labial de las man
s, la mujer se volvió hacia Debbie
sa de burla se d
la habrá mirado? Sí, claro que es bonita, ¡pero esta chica claramente no es rival pa
Debbie le lanzó unas palabras rápidamente. "Sí, seguro. Estás vestida con ropa de diseñador de pies a cabeza, pero ¿y qué? ¿Qué más tienes?". A continuación,
A las personas pobres como tú no se les debería permitir poner un pie en este centro comercial! Por
exactamente para decir eso, ehh?". Mientras caminaba audazmente hacia la mujer, Debbie c
no solo ofendieron a Olga, sino también a Carlos de forma indirecta. La razón era que, fue nada menos que el propio Carlos quien seleccionó el vestido del que Debbie se había burlado. Momentos antes, Carlos y Olga
o, pero le quedaba mal a la
para mujeres que gozaba de una línea
de curvas. El vestido ajustado no le favorecía a su cuerpo, ya que má
como una princesa en la familia y todos se dirigían a ella con el mayor re
Improvisando la voz más desconsoladora que podía hacer, dijo: "¡Sr. Hilton! ¿Escuchaste lo que dijo e