Negocios con la Secretaria

ue se ajustara a las exigencias del hermano de su jefe. Y con las prisas a todo dar, l

timos detalles para la reunión… terminando de dar las instrucciones, la pelirroja esc

días, s

mano llevaba un bastón, el cual servía de apoyo para sostener todo su peso. El hombre iba ataviado por un fino tr

Couper —Lo saluda co

están mi

cina del s

y está

, s

s iré a ver a la oficina.

ciones para un solo día. Parecía como si estuviera montada en una montaña rusa, en sus 6 años, únicament

y importante para su jefe. Llevaba meses programándola, si algo salía mal no se lo

resultados. En eso algunos de los invitados empezaron a llegar y e

…

, no me quejo —Riley le dice a su herma

gaña mientras recogía algunas cosas de su escritorio —. Prepár

es lo mío —Añade abriendo la mi

or ti últimamente. Así que no me jodas

rridos. Pero según su hermano era necesario, si tan solo no estuviera involucrado en e

por esta aparece Jacob, de inmediato Riley

—Lo saluda

que no vendría? —Dice el vi

éctor con seriedad —. Qué

cho, ¿todo

podemos

de con un tono de voz que ll

la, observo a su jefe en compañía de su hermano y abuelo y sintió un poco de pánico. Ella cono

odo saliera bien,

eció quedar conforme con los avances de la compañía, con las expansiones que Héctor y Riley ten

oj, y no se pudo creer que la reunión se tomara casi todo el día. Esperaba con que todos se ma

satisfecho

—Héctor agrade

uedes quedarte en mi casa si gust

, estoy muy cansado p

, te llevará a casa

tedes dos —Advierte en tono sev

se miran como intentando descifrar lo que su abuelo quería

eno, excepto por la secretaria, quien recogía las cosas un tanto apurada. Héctor, detecto su ap

e estar desesperado —La voz de su h

ran a la pelirroja —. Señorita

. Yo me ocupo de todo

a de Héctor, visualizaron a su abuelo sen

rás —Héctor se sienta en su sil

ley. La verdad es que creí que no asistirías. Asumo que tuviste que

buelo…

saca un pedazo de periódico de su saco y se lo tira en la cara —

a plana. Se encontraba metido en ese club que solía frecuentar, con aquella morena que h

s nada importante para ti, su

para luego picarse el puente de la

o p

do explicart

ojeras que cargas es más que obvio que la pasaste muy bien anoche. Pero eso no me importa a

del ojo, quien también lo estaba observando. Esa reacción no era normal