The prince's rebellion| Ambrose
ER AI
al momento de observar dichas escenas. Los chicos se subieron a la rueda de la fortuna, cosa que yo no hice, no me te
ra para que le comprara la taquilla, y ella me pidió que me montara con él, cosa que hice, pero todo se
al,
járamos de allí y yo no pudiese disfrutar nada, juro que en ese momento
e da igual subir o no, de hecho, disfruta estar ahí arriba, en cambio a mí, a veces me dan miedo las altur
ar por la feria, observé un puesto de helados que se encontraba
avor
ba, estaba bueno, pues el chocolate no era dulce, tal y como me
e sin querer me tropecé con un
ergüe
rente a él, traía puesta una camisa de mangas cortas y rayas verticales, unos jeans oscuros y aj
o se hacía má
mi ayuda para enmendar mi error
tiendo que le he tirado el helado y todo, pero
char. Pero al fin y al cabo no me convenía, después de todo,
villetas se va a limpiar
ncia para no propin
servirá de algo, aunque s
o qué?-
que lavar tu ca
e es lo qu
ue no veo ninguna lavand
no hay, estamos
que se me ocurrió la gran
os a mi casa, al
genio D
ote el s
xtraña, ¡genial!- excla
s el que desea l
me tiraste
asado si no te hu
é, tú estabas tot
edé en silencio, pu
ives metida extr
portalandia.
verdad, esa fue u
siquiera
necesito que m
su alteza.
o camina.-
s una camisa limpia.- a
imbé
de la feria, mi casa no se encontraba tan lejos, pero tampoco tan ce
al silencio, se escuchaban algunos grillos a medida que íbamos caminando, el soni
os sonidos había calma, yo aún mantenía mi jirafa sujeta a mi brazo derecho, pues por suerte el
s al c
écil y apuesto chico que caminaba
lamas chica extr
uieres saber
ecer mi cortesía, a pesar de q
rag.- me lim
los Aicrag del
crag del s
ya
te llamas?
ilencio por u
Amarante.- res
do ese apellido.- aclaré.- ¿D
lá, de todos la
stoso.- dije en t
no soy de ningún lugar e
de hacerse e
s una extraña, ya te he
gruñona, no tien
o he pre
es te escucharan hablar así, dirían que eres irrespetuosa y
ía ser un tanto agradable este chico, tenía algo que lo hacía ver diferente ent
rse es distinta, me
tarde por lo tanto estaba tranquila con que mamá no estuviese en casa, pues acabo de llegar con u
mí y encendí las luces, coloqué peluche sobre e
o.- Es... pequeña, pero acogedor
que no cabe aquí dentro?- p
ado a las cosas grandes, incluido las
o imb
niño mimado,
reguntó cruzan
cambiar
la camisa
da, sino que también u
ólo quiero lavar la camisa.- resp
éter.- por primera vez dijo
, hasta que finalmente se la quit
ar su abdomen bien trabajado, cosa que él muy
n, comprendo que soy un ser inalcanzable, pero deberías de ap
a ira si continúa así, es un engreído, egocéntrico y
l.- con
.- dijo como si fuera mi madre,
nte muy ofendida por mi comentario
Deméter.- volvió a repetir m
a el pequeño cuarto de lavandería, que era más como un min
preparé el agua con detergen
ndré que plancharle la
por un vaso de agua, pero para llegar a la cocina desde la lavandería hay que pasar la sala
mplacer a la princesa y hay qu
rincesa
ieres?-
muy cómo
e todo sí.
los pies de la m
ar los pies de la mesa, lo lamen
az llamado?
andería dejándome en claro que la lavadora se había detenido
último, y le encanta llamar la atención, por lo q
edí a exprimirla, intentando sacarle todo el líquido posible, procedí a
dejado con su
nos el buen olor de este podría penetrar la tela de la cam
s, a claro y cuando me dice que mi vocabulario
acerlo, al fin y al cabo él muy arrogante no se lo merece, me dirigí a la sala con aquella camisa en mi mano, ro
aquí tienes tú
sición erguida, empezando a acercarse a
to con shorts
a de llam
rugarse mostrando mi ceño fruncido,
risas.- Bueno, creo que debo irme.- c
cuando quieras.-
ita.- empezó a cami
uzar el marco, quién sabe si volveré a ver
parecía