La obsesión de Marchetti

Le

lo veo en el lobby del hotel,

equ

rañaba bastante, me deja varios besos en mi

visaste que ven

a sorpr

logrado,

tá tu madre

te que es con las horas de comida, —mi padre asiente

toda la elegancia del mundo y se abrazan, me hace feliz ver como se dan ese beso afectuoso

ía las personas se van más a lo físico y sexual. No existe una primera cita, se da la conversación por teléfono, compar

s relaciones eran muy de mujer sumisa y conservada, pero

arecen del mapa, no obstante, las conversaciones que te llevan a dar ese paso están creadas a bases de mentiras y sueños que no quiere cumplir contigo. E

en él. —Te preguntaba si quieres que alquile un saló

anto para e

s amigos, no caería nada mal

ay ningún prob

rfe

mi cumpleaños, me hace feliz que mis padres estén

…

dice Ashley al ver tantos hombres de tra

s, —murmuro—Parecen mafiosos, —le

sarios, apuesto

o se convirtió en una junta de negocios me parece aburri

de su edad, sin embargo, no esperaba que invitara a todos los de su tra

na nos vamos a alguna playa a broncear

trega una copa de champán, no me queda duda de que mi

me el ojo—Ahora déjame buscar una presa, ser americana tiene sus ve

nera, —s

a de personas y menos cuando son desconocidos. De mi bolso saco mi cigarro electrónico, me

e mi primera participación en una pasarela agarré mi primer cigarro, no tenía nada para cont

bargo, prefiero vivir lo poco que me quede a terminar suici

l Marc

ar a casa, —le d

n la fiesta, —su voz sale seria como siempre.

spi

e fiesta es es

s, nada interesante, —nun

chicas que se abalanzan sobre cualquier hombre de mi familia. Los Marchetti somos alfas, es p

una lucha en entrenamiento y mi padre se enorgullece de él, le admiro mucho, mis molestas

pelear por cualquier cosa y es por eso que padre nos llama cachorros, Leonardo, es el

lugar de la fiesta y está lleno de hombres en trajes. Llevo mi mirada a mi hermano pensando

s un cumplea

algo de negoci

demos ir

paro de este para ir a la

reunidos en el estudio de mi padre tomando de este maravilloso elixir, no entendía que jamás nos embo

oda la casa, Kara es una omega y debemos cuidarla, mi padre siempre nos inculcó eso,

ualquier momento, no importa que seamos alfas, Kara tira de nuestras orejas si

ta y el olor a flores que emana de su cuerpo, me gusta, aunque también es c

tengo duda de que es extranjera y el idioma ing

su mismo idioma, mi madre también es de Estados Unidos, no pode

ende al escucharme

ue todos aquí hablaban italiano,

os educamos

señor Lenno

mirada por todo el local buscándolo, p

tien

estiono para no dejar

ley,

, —le estiro mi man

o, no me hace efecto, sin embargo, ella comienza

y borrach

de sus tacones se tambalea, me encargo de sujetarla y de es

—niego. —No veo a mi amiga por ningún lad

ay pro

incómoda por sus tacones y para hacer más fácil el proceso de lleva

icios,

so, Ashley se queda dormida en mis brazos y el cajón de metal

re los ojos—Llegamos a t

bolso… l

ajea y sin duda está muy borracha, ella se encarga de abrir la pue

se llama, no veo rastros de esa humana y llevo a e

os tacones y quedo muy a la altura de su rostro, ya que ella

¿Q

e un libro, —balbucea. —¿Serás

mueven sobre los míos y permanezco tenso mientras esta s

s que haces

u primer beso? —interroga, me sorp

ente, —

r y la escucho gemir, me aprovecho de esto para invadir su boca con mi le

los, —

de tu pregunt

n malo, —fr

ujer insolen

ia besando quita mu

e muevo hasta dejarla recostada en su cama, con mi cuerpo sobre el de ella. No puedo evitar que mi polla se po

ro que soy un

osa? —cu

ragas m

ción, dejándola con su rostro sorprendido, sonrojado y también excitada, aunque el problema en mis