El camino a tus sueños

mostraba su vigor a tempranas horas del día, algunos rayos se filtr

orque las imágenes de lo vivido la acuciaban atormentando su mente. Había tomado la decisión de no ir a trabaja

había muerto en uno de ellos, fue una convalecencia larga y penosa, como una persona sensible, hubo noches en que pudo sentir la muerte rondando, su presencia era la de un fr

ba prácticamente soldada de lo que no quería comer y los doct

mí, te necesito

o de sus vidas, ella entró en una especie de depresión. Comenzó a decaer en sus cuidados, en su apariencia y también en su forma de socializar. Perdió amigos, opor

no supo si eso era bueno o malo; pero, si Adrián estaba vivo, debía estar aliviada y contrario a todo

doctor Reyes estuvo

é su

está e

ueno por

doctor dice qu

ue en

delicado—hizo una pausa y añadió—Vamos a necesitar

le dijo m

horros, pod

eo que tus ahorros sean suficientes para sobrelleva

señor M

ccidente, tal vez nos adelan

o, yo no puedo ahora, deb

enfriara el tema le

lamar a la mamá de Adrián, él

o que ser

gue a casa,

ue

de la vida. Había estado con Adrián por cinco años, se acostumbró a su compañía, cariño y a su presencia, hasta pensó que aunque hiciese lo que hiciese siempre lo tendría a su lado y ahora

ra ella. No era un día en especial, eran de esos días en que tienes que dar un paso a la vez y l

fue el momento en que tuvo a su primer amigo y tal

lo precedieron. Estaba de luto, mi madre había muerto, su enfermedad me desgastó emocionalmente, tenía

e y silenciosa, a veces me abrumaba verla tan grande, tal vez eso hizo que mi tío comenzara a pintar con más ahínco y llenara el

ta con todo lo que hacía falta en la casa, era sábado, el supermercado tenía acogida, mucha

ián—Te ayudaré, s

e y yo lo imité, con coste

el mismo barrio que tú, te

ue el joven estuvo pendiente de todo el mov

— Me mudé hace poco, m

adió—Sé que vives con un señor que hace lie

nuestra vida, cosa rara de un d

ío Jonás… Su nombre artí

rme el darle informa

fin de semana de eso, estoy seguro—me explicaba—Estoy libre los fines de semana y apro

cendido a asistente de gerencia en un banco y estudiaba en las noches, administración, estaba solo, aquello lo recalcó bastantes

te si

estarme, pero en ese momento pude en

principio fue difícil, la vi sufr

muriera para que dejara de sufrir y eso siempre me hizo sentir como una esp

rmal no desear ver

ando sucedió—cerré mis ojos—me impresionó… De cierta forma es bueno que alguien Su

desees conversar con alguien, puedes hac

re. Adrián me acompañó a casa con las compras y conoció a mi tío, se agradaron mut

elo ir a las exposiciones en la Casa de la Cultura y h

o—le respondió mi t

mple hecho de que se le abrieran las pu