El CEO, un mafioso y yo

librarme de la tenta

ar

ul

Su proximidad me provoca sensaciones muy fuertes, nunca antes sentí algo así. Es como si su sola presencia desatara un incendio en mi

por acá? —m

ién lleg

mujer hermosa en

su comentario. El doct

ue animal pudo haberlo picado, porque

, cualquier animal pudo ser, una tarántula, un e

da, lo que menos pensé fue en esta

o del veneno. Pero deberá estar pendiente de la evolución del niño, porque e

edo llevarm

el tratamiento y luego podrá llevarlo de regreso a su casa. ¿Me p

igo. Pero yo estoy ansiosa de que se aleje. Necesito recu

orio. Toma al niño entre los bra

a Icabarú

vamente, nunca había hecho algo así. To

scucho al Dr. Godoy conversar en voz poco audible. Imagino habla por teléfono, al

os casos que se reciben en ese consultorio. Lo que no lograba sacar de mi mente era la prese

ciente. Me pongo de pie y voy a la oficina del doctor, doy dos golp

niño que ingresó tem

atos cuando lle

usted me llamó para preparar el tra

el paciente, imagine que venga solo y se muera ac

pasar, creí que lo primor

as cosas son indisp

señ

el dato de quien lo t

miso! Nuevam

sé por qué todo me estaba saliendo mal con aquel doctor. Sie

Helen llegue, ella si podrá decirme cuales son mis funciones

esperar que el regrese además de tener que buscar donde comer. Y eso sin decir, que tampoco sé dónde quedarme esa noche. Por suerte, el turno de

doctor regresa. Se

na nov

doc

cansar unos diez minutos. Por favor, no me mo

tor. ¡Gracias

, no tiene que agradecer

as. Como rápidamente para evitar que llegue alguien y deba dejar la comida a la mitad. Afortunadamente nadie lle

Me recuesto del escritorio y me quedo dormida. Escucho que alguien golpea el esc

ormirte y dejar el consultorio abierto. Cualqu

que no dormí

ogiste esta carrera por tu propia cuenta o eres una

y decido aclarar mi respuesta—. Sí lo hice por vocación.

es, haz

levanto para preparar más café. Sirvo u

tar activa. Cuando Helen llega, yo estoy hiperactiva, arreg

ien? —me

que hayas llegado. Necesito

tomamos un café. Llegué antes porque estaba com

quitado la bata para irse. Yo aún no sé a dónde iré. Tocan a la puerta, es el Dr. Núñez, a diferencia de Godoy, él es más agrad

rita Santos. ¿Qué t

Dr. Godoy se me adela

dormida dos veces y sin decir que n

llorar, sólo bajo la cabeza. El Dr Núñ

lo que va a hacer. Tu mismo cuando l

atando de simular que fue graci

a taza de caf

—finalment

del consultorio. É

oco sabrás como resolver todo. Ve

ara Helen, quien ya está

Siéntate, dime qu

oy algo sensible por el come

cuáles son mis

e, recepcionista, cocinera y hasta de vigilante. Es un pueblo Paulina y el gobierno no se ocupa en mandar personal suficiente, aunque en la

da. Todo aquello

pieza o habitación donde

a, puedo hacerte un

eso. Pero ¿no vives con tu abu

un buen baño y descanses. En la nevera hay comida, p

llenen de lágrimas, la abrazo

, no es pa

, gracias. ¿Cómo

ués cruzas a la izquierda. O si quieres, le escribo a un sobrino que

Helen. —le respondo

be tener algunos diecisiete años. Sub

noches —

sponde él— Mi tía me dice q

allí

a’lla en

minutos estamos frente a l

amiga de mi tía, así q

rac

pueblo señorita

a, Ramón. Nuev

a casa tipo vivienda donde vive Helen. Enciendo las luces,

isto, el agua está tibia, siento como recorre mi cuerpo. Como un gatillo mental viene a mi mente la sensación de fogosidad que experimenté en la mañana, mientras veía al

ugo de naranja y ceno. Después de cenar, saco un camisón de algodón, me visto y m

se estremece, acaricio mi rostro, mis hombros, las formas de mis senos, mis

erta. Me pongo de pie, arreglo la sala para dejar todo en orden, saco de mi cartera mi cepillo dental, voy al baño,

eva en aquella zona y me pone nerviosa no ver algunas personas en las paradas de los buses. Pronto oigo un carro que se acer

nza, el hombre que condu

uñeca,

zo a orarle a mi vigen Rosa Mística. El auto acelera y cuando volte

te l

iera alguien, no esperaba que fuese él y que nuevamente

e el auto, bajo y le doy las gracias. Necesito hablar con Helen antes de que se vaya, pero al llegar al consultorio, me

Para no entorpecer su labor, espero a que ellos salgan de la sala de emergencia, atenta

mí, para pregun

está

usted su mamá? —le pregunto al

zo. El niño es hijo del capataz, pero

Era lógico. Un hombre como aquel tan va