No me toques

os dias sin poder conciliar el sueño. Las ojeras cada dia eran mas visibles, eso no habia ya base de maquillaje que pudiera disimularlas. Mi humor se veía

me a la báscula. No dure ni veinteminutos, evidentemente mi capacidad habia disminuido notoriamente, cuando acabara todo, tendría que volver a mis rutinas diarias y ahora intensivas porque si no de aqui a dos años, una de mis piernas no entra ra en una puerta. Me meti corriendo a la ducha y me fui a trabajar, un dia normal, pensé para mi. mire mi celular pero no tenia nada, sabia que me faltaba algo pero en ese momento, no había tiempo para darme cuenta. Cogi mi coche, oi el click y me apresuré para no llegar tarde. Esa mañana me habia arreglado un poco mas con la ropa que aun me funcionaba. Hoy no era mi día, el coche no arrancaba, no habia manera, me maldije mil veces , mire la hora, no me daba tiempo a pedir un taxi ni a coger el metro. No podia perder mas tiempo y en vista de que mi dignidad murió hace tiempo, decidí que mi vergüenza tambien. Llame a la puerta que estaba enfrente de la mi Tardó varios segundos pero un chico moreno se asomó sin camiseta, tenia la zona de los pectorales y abdomen bastante marcado, supongo que seria de mi edad. -Buenos dias, soy la vecina de enfrente, mi coche no funciona y no puedo llegar tarde al trabajo. Se que no nos conocemos pero si me llevas, te prometo no volver a molestar El chico

ero eso ahora mismo no me importa. Sali c