Perversos Deseos

li

deportivo, recojo mi cabello en una coleta alta, agarro mi MP3 pongo mis audífonos deleitando mis oídos con l

proximadamente, desde que me mude hace 5 años aquí lo he visto tom

tas a la redonda y utilizo una que otra de las máquinas que se encuentran en el

tes de llegar a la puerta tropiezo con mi vecino, sin querer se le caen unas carpe

nción. —lo ayudo a recoger

rte. —sonríe con picardía— Quisiera tropezar

nde en mí ese deseo y la adrenalina comienza a recorrer mi cuerpo, en realidad lo que más deseo es ser follada por ese hombre de forma besti

í de nuevo. —sus ojos se oscurecen— No aguan

barbilla tiembla— No

que él me dijo, termino de ayudarlo a recoger los papeles

as mi respiración se normaliza, las piernas me tie

gua. Dejo el vaso en el fregadero, agarro la greca y pongo hacer café mientr

líquido en mis manos, enjabono mi cuerpo y cierro los ojos imaginando

mágico masajeando en forma circular, acelero los movimientos obteniendo mí placer, no conseguí mi liberación como

opa que usaré el día de hoy. Escojo un vestido negro que se ajusta a mi cuerpo, coloco un bla

n mi departamento. Sirvo mi taza de café y la toma a gusto mientras las palabras de Max vienen a mi

terminar de tomar mi café regreso a mi habitación voy hasta el baño y cepillo mis dientes, peino

de mi departamento. Esta vez me toca tomar un

s labores diarias. Frente a mí se para un auto con los vidrios polarizados y se me hace extraño, de repente se baja el vidrio del cop

a un ojo— Te puedo ll

ero abusar. —tengo

aja de su auto— Ven no es ninguna molestia para m

o pienso por un rato hasta que me armo de valor y decido subir.

i gusto, está invadiendo mi espacio y cuando creo que está a

os ir donde desees. —toma mi m

ha. No sé en qué lugar trabaja, pero me encanta verlo con esos tra

que se dedica a la elaboración de material tecnológico, desde celulares hasta las mejor

e anticipación, pero es algo que no voy a demostrarle a él par

inturón de seguridad— Espe

e mi cuerpo con la mirada— Y que no te quepa

un beso en la comisura de los labios, esto hace que me descoloque y siento una corrient

la corporación sin mirar atrás. En la recepción hago el registro diario y sub

ensor marco el número 15 que es piso en donde se encuentra mi departamento de

orreos que tengo pendientes por responder. Nos toca organizar una prese

ecto y sin ningún margen de error. Por fortuna la junta se va a realizar después de hora de almuerzo, esto me

🍎

s más

que empiece la junta. —Me apresura mi compañera, amb

s últimos documentos para armar las carpetas. —T

or cada puesto incluyendo las de nosotras. Instale el proyector y

puestos correspondientes, solo hace falta que llegue nue

al darme cuenta quien es el nuevo inversor «Es mi querido Max, mi sexy y guapo vecino». Trato de reponerme para que n

ista, a eso le tengo que sumar los gestos y las insinuacion

ine pronto para sali