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Llegaron los 30

Llegaron los 30

Autor: La Pluma
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Capítulo 1 Cap. 1 La noche de Fin de Año

Palabras:1523    |    Actualizado en: 22/04/2022

a bien para toda la vida— porque fue en

de fin

fiesta con novedosas promociones para recibir el año; en las calles las personas usaban ropas llenas de brillos, adornos locos en las cabezas; muchos de ellos caminaban a reunirse en el Times Square, para participar del evento del lanzamiento de l

raer a la tan esquiva “Suerte”; es así, que habían desfilado por su vida toda clase de cábalas como los exóticos baños con innumerables hiervas; esencias de nombres variados y hasta insólitos; las prendas de colores también formaron parte de su ajuar, como imanes d

que se hacían como señal de quemar lo malo que el año que se iba había dejado; un amigo decía que era hacer una ofr

o que llegue el ansiado cambio de año, nada la motivaba... este

uayaquil—Ecuador y se radicaron en la ciudad de New York desde hacía

a hija, ¿e

dre la sacó de s

o voy

a Central Park y ver

las dos como terapia para adaptarse a

erlos por l

somó y la vio

… ¿Qué

iento

romance, ni emoción, nada más una penosa insatisfacción. Tenía una amiga en Ecuador que estaba de novia de siete años

estido negro, su mad

para reci

olores prohibidos? Pues los había para la familia Serrano y se los voy a enumerar: Una adolescente debía evitar vestirse de fucsia,

poseía mucha desvergüenza en la cara. El negro solo en duelo y para fin de año emplearlo era pecado, pues t

madre la v

ese vestido no—cono

na madre expuso su pun

a, te ves fúnebre. Cre

ara disfrazar una orden? Parecen “sugerir” or

decidirme y no pienso

ejor amiga en Ecuador y estaba vestida de blanco, parecía

a Fel

ran contemporáneas en edad y se co

a tradición

me visto de bla

on J

algia y añadió— Creo que se acabó

n tipo cuyo mayor mal era t

nto tant

arle la razón a mi famil

sto pr

amas t

esto lejos de restarle fuerza a su voz pareció darle impulso— Jorge me ha enseñado a v

é decir en esos casos, de hecho porque ignoraba

—parecía que añoraba ese momento sus ojos br

emba

sigue

ar una perspectiva conformista de la relación y amar a un indec

a pensar las cosas y reflexiva añadió— Yo no soy

nzado a in

egué por amor; no obstante, también necesitaba sentirme mujer—y añadió

sto, ella solo tenía

su gesto una seguridad de que com

ió dándole

ta y conociendo de placer y sexo; pero, sob

cada palabra y el s

ontar

tar un compromiso con seguridad y ad

ado mucho más; sabía de relaciones sexuales, de lo que es tener un noviazgo largo y muchas otras vivencias que a ella ni se le pasaban por la c

me cansé de estar con mis padres,

nta ¿qué op

primero que se le oc

debe hacer l

e, por fin alguien la entend

n hombre, sino porque en estos años he crecido mucho como persona; las experien

o y solo pudo pensar: “Allá está una mujer

de esas emociones, en su país las calles ardían y con ellas su corazón; afuera todos s

s el hermoso anillo que Jorge le había puesto en el dedo, las fotos en redes sociales viralizaron el momento; parecía reju

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