¿Quién eres tu en realidad?
s an
s recostando mi cabeza en el asiento del auto y se me salen las lágrimas pensando en lo que se vuelto mi vida. Una hora después llego a la casa, me apena que los vecinos me ve
portaría. Se acuesta a mi lado poniendo su cabeza en mis piernas como de costumbre. Paso el resto de tarde con él, lo bañ
ocido en el país. Visito el lugar de vez en cuando para ayudar con los animales, fue justo allí donde me enamoré de Axel, era tan solo un cachorrito recién nac
to, soy y
no sé nada de ti. ¿Cómo estás c
quedes con Axel unos días, voy
acá te espero - me
a antes de despertarlo. Alberto vive cerca de mi casa así qu
da le hiciste a tu pel
ue quisieras traer a Axel aquí con lo apegada que eres al cachorro. me da
no ser así jamás lo dejaría aquí. - mis ojos comi
ntras me enseña los nuevos animales que trajo. Después de un rato con ellos debo irme, intento hacerlo sin mirar atrás, pero no lo logro, miro a mi bebé y ver su cara de tristeza y sus
ificio y le explico que solo debe dárselas a Alberto o a Laura si vienen a
el gerente. - le digo a la secretar
ta la oxigenada con indiferen
Wayler quiere verlo y que es importante. - ella
edir más plazo pierde su tiempo, si no tiene
e pagan en tres meses tengo el dinero completo que le debo y un pequeño aumento
uebe el dinero y deme la oportuni
os contigo hermosa. Sonrío con sufi
empleados duermen aquí abajo, pero es importante velar por la seguridad en todo momento del joven amo, más q
ina y decirle a Patricia que te prepare algo de comer. Los empleados siemp
edica una sonrisa un tanto paternal y despu
eniendo sexo, la cara me arde de la vergüenza, lo miro a los ojos y siento que tengo un orgasmo con la cara de vicio que tiene... ¿acaso se está corriendo mientras me mira a los ojos? Me disculpo volteándome y actúo de forma estúpida hasta que sale de la habitación con su amiga que ni se molesta en vestirse. Por la forma que pasó todo
s de su mirada llena de lujuria mientras se corría me hacen llevar mi mano a mi entrepierna y acariciar
aje pocas cosas ya que no tengo mucha ropa de hombre, escondo bien mis bragas, las cintas con las que a duras pe
con los pies cruzados en los tobillos y los brazos sobre su pecho, lleva unos vaqueros negros, unas zapatil
io de trabajo no se duerme. O de lo contrari
me percato de que solo estoy vestida con la camisa del traje y mis bragas, aprieto con fuerza el grueso edredó
evas ahí? - Titubeo
en veinte minutos - Asiento y se marcha. Suspiro aliviada cuando se va, eso estuvo cerca. Me arregl
daremos en la empresa. - asiento y tomo lo que P
ro así, pero aprendo rápido, entro al vehículo y me quedo fascinada con el lujo que desprende. Me toma unos minutos ponerlo en marcha, pero lo hago bien. Es