El juego de las emociones
tro emanaba luz y sus ojos brillaban como las estrell
un alíen. Alan, el compañero de trabajo guapo que siempre la molestaba,
oído, a esto ella res
r que andas con tus niñerías todo el tiempo? —preguntó molesta.
Tú
co? —le golpeó el homb
n reparo. Ella se sonrojó y
molesto! —excla
mujer lujuriosa. Oy
modidad la invadió al escuch
ste! —rio con gran diversión ante su mal chis
e hablaba en serio», pe
tro burlón cambió lentamente a
*
sa y ya en la salida alguien le sor
, Alán? —
vor —dijo con c
qui
r una mascota, ustedes las mujeres
r a mi suegra. Tienes suerte, con mi buen sentido vas a encontrar la mejor mascota —contestó con una gran sonrisa. Ella siempre lo trata
cando su rostro—. Especies de s
sé si te pueda soportar por toda una tarde. Y ahora que lo pienso, ¿por qué ha
tenía un chihuahua, pero él se murió, o más bien lo mataron —dijo con algo de tr
o siento mucho —exclamó acaric
s, es por eso que quiero una nu
lan no paraba de bromear y aprovechar cualquier ocasión para sacarla de sus casillas. Escogie
cky —ella dijo apu
en a los tuyos. Verdes que asustan —bromeó con una sonrisita malvada. Ella se acercó a la ventana del a
tarme del corazón?
ó mirándolo a los ojo
con mirada intensa, como si estuviera a punto
re de ti si lo maltratas —dijo mientras se alejaba. Él no contestó. Su corazón estaba latiendo tan rápido
a llegado antes a t