El Delegado 1 ( Duologia Los Delegados)
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e momento, no me habría dado cuenta, porque lo mejor del mundo era tener a
ó sus uñas por mi pecho, subiendo por mis hombros, y luego clavó sus uñas en mi espalda con un placer inusual, haciendo que me apar
la. Toqué su piel, acariciándola lentamente. Era suave, agradable al tacto. Fui al broche del sostén, y justo cuando estaba a punto de soltarlo, llamaron a mi puerta, obligándonos a
cimos? me pregun
acer desde el momento en qu
trapara? dijo, molesta y frustrada, preparándose. Seguram
, eres m
oy de nadie, y
a", le dije en tono serio, ha
respondió, haci
nte, sabías
es lo
sentido que te veas así, de a
que es? ell
e mí. Agarré su cabello con demasiada fuerza, pero, por supuesto, sin lastim
lastimando", gimió, pero en
, tigresa. Ahora respóndeme, ¿qué
puta, tuviste el descaro de
o contra esa puerta y te arranco el sostén? Tomaría esos
favor, mi hermano
ue nadie te viera desnuda, la única persona
ón", dijo,
rolar mis emociones, pero con ella así, en mis brazos,
sé si te diste cuenta, per
aré ir a menos que me digas lo qu
entí deseada y con
en mis brazos. Y sé
mis brazos, y con uno de ellos la sostuve y con el otro fui con
así, de muy buena gana. Sé que estás frustrado, puedo senti
piernas con las mías e hice un fuerte movimiento, hacién
loco por querer quitarte lo
esto", me r
Ahora dime: ¡Soy tuyo ! Pregunté, justo en su oíd
o, por favor dé
que su cara estaba muy roja y sus oj
atrape, no habrá nadie que se interponga en nuestr
dijo rápidamente,
de mí, A
te momento, estoy confundido, ne
esto, tigresa: no voy
erme algo
igresa; Como dije, s
gordita?" preguntó, como si eso fuera a
Sé que eres gordito, me gustabas así, así como eres, no tengas miedo de pensar que qui
miran como si no fuéramos
or que te vayas a casa y pienses en lo que pasó. Y no te arrepientas, t
o que él apenas tuvo tiempo de saborear, se fu
el ruido de mi celular sonando y
conste, pensaré en todo lo que pasó y lo que me
gresa An
Una cosa era segura: ella sería mía, para siempre. También respondí con u
talle de tu piel tersa y perfecta. Puedes, estoy
Dele
trabajo. Miré el papeleo que tenía que firmar y algunos informes que tenía que escribir. Mis pensamientos todavía estaban en mi tigresa, pero terminó teniendo que ser olvidada cuando alguie
ncia. Fui a comer algo y encontré a David, que estaba en el mundo lunar .
r y me fui directo a mi habitación, dejando a Davi sumido en sus profundos pensamientos.