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La Chofer

La Chofer

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Capítulo 1 Adelaida Puentes

Palabras:2445    |    Actualizado en: 25/03/2022

onversar primero con la asistente a ver si le había conseguido un chofer porque era la única forma de que él pudiera volver a recuperar su paz mental, hasta ahora solo se había dedicado a coordin

ludó con su caris

secretaria del piso de presidencia donde

, Lino, repite

siempre ta

nombre, te lo juro. Ahora, por favor, dime que ya tienes chofer par

evistas y como el jefe va a estar muy ocupado con una delegación ext

parece, ¿cuán

en poco tiempo comenzara

*

a un lado el área para servicio de coffe break; esa sala reflejaba el nivel económico del empresario que estaba a cargo y allí fue donde les explicaron a todos los aspirantes en qué consistía el trabajo, recibieron las hojas d

a apareció Catalino, con cara de pocos amigos, se hizo a un lado con la secretaria y le comentó que había estado hasta las tres de la madrugada dando vueltas con el jefe quien quería “visitar” a unas amigas y que le urgía encontrar un chofer pronto porque no soportaría otro día de “visitas” con él, la

os 7 días de la semana

escansos, las horas de

dad total para el jef

ser, eso

joven, puede retirarse

casi perfectas, sonrisa muy agradable, Catalino sin decir una palabra, pensó en descartarla de inmediato porque lo menos que iba a hacer su jefe era ponerla a manejar, la disfrutaría un par de días, le

os 7 días de la semana

uena, sí, lo haré

disponibilidad total, sin horario,

ngo que dar yo, ¿qué

era del país, porque al ser chofer del señor Durán también será una persona de confianza y adonde él vaya irá usted y manejará para él en cualquier lug

tiene este

ente, le aconsejo que solo hable si él le pregunta algo, el resto del tiempo, limí

tiene el s

mismo y usa su Bugatti, ah y para eventos se traslada en el Rolls-Royce Phantom, algunas raras veces le solicitará una limosina y tendrá que usar un servi

calculaba cuánto dinero iba a tener bajo su responsabilidad, porque todos

, ¿puedo saber por qué? –preguntó

e tres años, pero me enseñó todo lo que sé sobre automóviles, no solamente los conduzco, también puedo repararlos, respecto a mi ma

s, puede retirarse y yo le aviso esta misma tarde la decisión final, yo particul

ruego que, aunque sea negativa igual me

lo comunicaré hoy mismo. Graci

paraba a los entrevistados con la chica y no había ma

ue esa persona me cayó muy bien y me parece muy seria, es la segunda entrevistada, la joven Adel

e, ella estaba muy sonriente todo el tiempo y al señor Durán le fastidian esas manifest

altar y a encender velas para pedirle a quien sea que esté por a

lino, qué

os Clavos de Jesucristo! ¿Cuá

*

rdido al final del día, el trabajo era suyo. Aunque le extrañó mucho la advertencia, supuso que lo decía por la referencia a la seriedad de su futuro jefe, así que nada, cum

r Durán terminaba de arreglarse, el primer destino era el edificio de oficinas, a partir de allí todo dependía del jefe. Faltando diez minutos para las siete de la mañana ya estaba parada frente al automóvil esperando, de pronto vio venir hacia ella a un hombre o mejor dicho a una visión divina, un dios griego, un ángel, contuvo la respiración aún a ries

atrás del vehículo fuera real, manejó con cuidado y a velocidad regular, llegó en el tiempo indicado por Catalino quien le había dado algunas recomendaciones para que su d

burrida hasta que el señor Durán salió

de Convenciones –si

espondió Adelaida,

nilla cuando se bajó una mujer y la retó, Adelaida salió del auto y la otra mujer se le fue encima tratando de golpearla, Adelaida la tomó por el brazo y con una maniobra la lanzó al piso. Javier Dur

abía caído su gorro tejido por lo que su larga cabellera había quedado al descubierto, Javier la miraba incrédulo porque hasta es

sacaste a

l muje

stá maneja

todas, disponibilidad 24 horas los 7 día

arciales por lo que

hoy, si tiene alguna queja no dude en llamarme para hablarle

erdo, te

ue estaba hablando de ella, como si no estuviera presente o peor como si le i

o y no hablar de mí como

nstruido bien referente a la forma de dirigirse a él, decidió ignorarla, al fin y al cabo, era una aspiran

la mujer que

quien salí h

sí obsesiona

qué p

hofer, no su g

llegaron a una zona con edificios muy nuevos, en uno de ellos esperaba una espectacular rubia, usaba un traje color blanco ajustado al cuerpo, cabello muy corto, con unos grandes lentes oscuros que ocultaban la mita

con una voz nasal que le resultó graciosa a Adelaida quien no pudo re

o para mí, pero no podía dejar de verte al menos un rato.

a instrucciones para llegar al lugar que le mencionó a la mujer, al estar allí le pidi

se arrepintió y se mordió los labios

mismo, puso la radio y al rato ya estaba distraída cantando, así la encontró su jefe quien regresó solo al automóvil, al entrar al mismo le pidió que lo l

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