ALÉJATE

RT

ron cuando perdí a mi familia. Estamos en una pequeña habitación terminando de alistar nuestras ropas como la n

nzo sobre él para jugar un rato, porque gracias a es

con un poco de sorpresa, pues hace

garganta se siente s

s a arruinar por favor. —Veo cómo se ajusta la corbata

y a arruinar,

udir a nosotros antes de salir corriendo.

oy a sen

r qu

onsecuencias de mis actos. Y

mente nublada y asustado, no se que voy a ver ni cómo la voy

ido amar, era la prueba de que el amor existe, por lo menos para mí y de que yo podía amar, pero la p

irá pensando que yo la abandoné en el hospital, luego de que lo perdimos todo por m

no paran de sudar, siento como una ma

. —La mirada de mi du

ro que es

e siente

on

de asimilar. —Me quedo en silencio, miran

—Pregunta

rme y acarició la me

monia y en distraer a la traviesa Isabella, aunque confieso que prefiero mantener mi cabeza gacha

sta, organizada por supuesto por mi madre adoptiva Mariana, mi estado de án

anera coqueta, no puedo evitar sentirme un maldito psicópata al seguir cada uno de sus movimientos, uno a uno,

y la veo beber, añoro ese primer beso que le di, los recuerdos lleg

as de tenerla, o mis celos que me están comiendo vivo, o las ganas de arrancarme el corazó

rta del baño, mi mente deja de trabajar y es mi instinto el que da pie a cada una de

cierro la puerta y colocó la trabilla, su rostro está ahora casi pegado a una

e traes

a, su cuerpo se tensiona y hace f

nto cómo se ríe y

tiroso y conven

me extrañas

—Se retuerce una vez

mente lo rozo con mis labios y ella que al principio se estaba

sigo amando como

s. —Parece

, para colocar mi frente sobre la suya y sentir esa paz que solo ella me

o puedo evitarlo. Sin

uevamente soy feliz, en medio del beso siento que sonrío, pero