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Deseos secretos

Capítulo 4 Deseos secretos

Palabras:1569    |    Actualizado en: 23/03/2022

muerte. Lo hice. Lo pongo al casi. Pero, ¿y si el casi fuera defnitivamente? ¿Tiré mi suerte por los aires como un tremendo pendejo? Puede que ya no

. No hagas eso, quiero pedirte. Deja de acercarte, mi cuerpo está queriendo responder al tuyo. Sé más inteligente que yo, por favor no te acerques más. "No es nada." Ella mira al suelo, luego a mí. Un incómodo silencio se perpetúa. "Quiero saber por qué hiciste que mi hermano te vendiera su regalo de bodas." Su tono sale más contundente, lo que es un cambio de interés en el volumen y la claridad de su voz. -Yo no hice que tu hermano me vendiera -aclaro-. - Le presenté una propuesta y le resultó rentable. - ¿Rentable? Da otro paso adelante y no entiendo lo que está haciendo. Permanecer allí. - Supongo que te referes a los vinos... ¿Para qué quieres tantos viñedos? "¿Bebiste, Crystal? Pregunto, la realización de lo que podría explicar su comportamiento saltando a la mente. Es una probabilidad. Ella nunca me había hablado antes, lo cual estaba bien en términos. No sé cómo reaccionaría si ella fuera todo sonrisas y una conversación fácil conmigo. Seguramente querría quitarle la ropa todo el tiempo y explorar cada parte de su cuerpo con hambre y codicia, hasta que me llamó una y otra vez y me rogó que... -No estoy borracha -lo niega-, pero parece? Se ríe , apoyándose en su coche. "Tengo curiosidad. - ¿Curioso? Presiono mis dedos en mis palmas, la voluntad en mi cuerpo indica que alguien ya se ha levantado. - Sobre las tierras. Mi hermano dijo que quieres un viñedo solo para ti. ¿Es verdad? - Casi Eso. - ¿Es porque? "No hay razón, solo quiero". "Esa es una respuesta muy vaga", dice, señalando. "Tu casa está toda oscura. Debería comprar algunas bombillas. Derick no vivía aquí, así que no los puso. "Gracias por el consejo", me burlo y asiento hacia su camioneta. "¿No es demasiado tarde para que estés dando vueltas?" "Mi casa está a quince minutos y no es peligroso aquí. - Bueno saber. Ella sonríe, esa sonrisa que me lleva a la desesperación, luego aparta la mirada. Sus manos se entrelazan frente a su cuerpo, pero luego se separan para cerrar su chaqueta. "¿No me vas a invitar a un café?" - ¿Perdon? - Casi me río. Ella solo puede estar borracha. Un café. Él me mira. Hace frío aquí. "No creo que sea una buena idea. Deberías volver a tu casa. Te llevaré de vuelta para comprobar que vas a estar bien. Creo que tal vez no recuerdas haber bebido. Cristal suspira. Es un suspiro de decepción y desaliento. Luego se da vuelta y camina en silencio de regreso al camión, encendiéndolo. Los faros destellan y observo impotente cómo gira el vehículo y se aleja. Capítulo 5 Un tocón. Un inferno de un tocón. No es grave. Era un tocón en medio de la noche. ¿Qué pensé que pasaría, por cierto? ¿Que Pedro me encontraría valiente y desinhibido para ir tras él? ¿Que pensaría que yo era una mujer diferente por ir a su nueva c

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