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La ca embrujada

La ca embrujada

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Capítulo 1 LA maldición de mi mejor amigo

Palabras:7216    |    Actualizado en: 11/03/2022

rimeras veces que me invito a su casa yo me sentía extraño, claro no era la mía no sabía que hacer o que no hacer de

iera ser de dos jugadores, como el sufría de insomnio y de parálisis de sueño constantes estaba acostumbrado a no dormir y como éramos jóvenes yo no le veía el problema a trasnochar y quedarnos

así que decidió correr por sus sueños, yo no entre a ninguna escuela o busque algo que me gustara, no tenía el tiempo de hacerlo, se necesita dinero para eso y era algo que de lo cual carecía, mi familia t

udiar consiguió un buen trabajo, salió de la casa de sus padres hace un par de meses, desde entonces no sabía nada de él, quizás por el tiempo en que tardan las

e vengas a ayudarme a mudarme, perdón por no contactarte antes, tenía probl

s quedarnos de ver a la 10 a.m. el sábado en su casa, hablamos otro momento más pero mi teléfono tiene un problema en la batería que hace que se le acabe rápido si se calienta, tambi

fue un rato, hasta que me di cuenta que me perdí por las calles, debía decidir entre usar mi teléfono en este momento o esperar a que de alguna forma encontrara la calle, al carajo, le mande un mensaje, resulta que no estaba tan lejos, estaba a un par de calles, solo que gire por el lado que no debía, camine hasta que vi a mi amigo

ije mientras m

o y lo seguí, espere a que me dijera algo pero en cambio solo saco una cajetilla de cigarro, encendió uno y me ofreció otro, caminamos lentamente, en silencio, el aun sollozaba, no entiendo porque pero me parecía extraño,

ca de donde trabajaba, lindo entonces en un anuncio en internet, encontré la casa, era perfecta, pero parecía que nadie la quería, el precio era demasiado bajo, no lo dude ni un segundo, quede de ve

estafa me sentía bien, me importaba un carajo, pero…- paro m

uera de la casa y notaba que él no quería entrar, escuchaba s

bierta lentamente, saleta de la cama y tome el teléfono que deje en el buro cargándose, prende la lámpara, pero no había nada ni nade, Salí de la habitación te juro por dios que escuche que corrían por las escaleras, del susto caí al piso, después de eso todo empeoro, voces, sombras, arrempujones, pensé como un niño asustado que si dejaba todo prendido, todo sería más fácil, pero no fue así, era peor he escuchado y visto cosa

je, volvió a so

dos las luces dejan de funcionar entre las 8 p.m. a las 8:30 p.m. en este momento no importa que hagamos nada lograra dar luz, si estamos juntos es mejor, tres el baño de

o parecía nada extraño, al contrario por fuera uno podría pensar que la casa es de alguien con dinero, es de dos pisos, con ventanas enormes, color café c

d por la mitad, casi como si antes hubiera una barra ahí, la cocina es pequeña, una puerta que da para un pequeño pedazo de jardín muy pequeño pero verde con plantas que seguramente los dueños anteriores cuidaron, mientras me daba un tour por la casa sucedió la primer cosa que me dejaría helado y con ganas de salir corriendo, subimos por las escaleras que se encontraban por la parte de atrás a donde estaban las habitaciones, tres habitaciones,

io y sin pensarlo le solté una patada a la puerta, para que esta terminara de abrir ese, tenía tanto miedo que no sé cómo pude mantenerm

erdad, fue instinto

algo así pero no sé qué es peor que no esté nada detrás o qu

nse

esmaye no sé qué paso, pero cuando desperté, hice lo posible por entra a mi cuarto y rezar- seguimos avanzando hasta su cuarto estaba lleno de botellas de agua algunas vacías y otras llenas, basura y m

es

si, subí sin pensarlo, camine hasta mi cama mientras me quitaba la ropa, cuando la risa de una niña a mi espalda me congelo el corazón, gire y la vi, era pequeña con el labio partido en dos, ojos grandes, tristes, llevaba un uniforme escolar, “¿Jugamos?” me dijo la muy cabrona, grite y corrí del cuarto, dormí en la

s cosas de la cocina, golpeado las paredes, los sonidos eran ensordecedores, mire a mi amigo quien estaba al borde del colapso, no tuve una mejor idea que comenzar a cantar una canción que ambos disfrutábamos de jóvenes “Creo que paso, el tiempo necesario, para volver a pensar, en aquella mañana” cantaba desafinado pero esto lo distrajo se

por un

amos de a

que algo estaba mal, por fuera parecía algo diferente a como estaba por dentro, juraría que es otra casa, me

nór

n situaciones de estrés o presión pueden desarrollar estrés post traumático, luego de qu

alles, era una casa con la puerta del patio abierta

eres, pero hay cosas

a compañía, así que traje a una chica, estábamos en la sala, cuando me levante para

ue no me interesa,

mientras la miraba a

más del muro y saco una lengua enorme, ella salió corriendo, intente calmarla, pero solo me grito “que mierda es eso” no

dó en

voz que escucho me taladra hasta lo más profundo, ¿Qué pasa si salgo de ahí y t

ti, solo que hay un problema

úsica no se reproducía, se atoraba, escucha

ogía- saque mi teléfono de mi bolsill

te, porque crees que no hay ni un espejo en la casa, rompí todos y el teléfo

o diciéndome esas cosas, solo hay que

omíamos que fuéramos a mi casa, pero él tenía miedo de que fuera lo que fuera, nos siguiera me dijo “me sentiría horrible, si a

e mano, pequeñas cosas fluorescentes para que iluminen algo y sobre todo, comenzaríamos a grabar todo lo que viéramos o escucháramos, comida, bebi

ía contagiado a mi amigo quien ahora me miraba con algo más que tri

e siempre cantabas en la

busque la canción solo para bailar y aventar cosas como en los viejos tiempos “algunos creen que vienen de Japón, pero los más gran

se- gr

pared, la risa de desesperación que salió de mi amigo, tomo lo que quedaba de la bocina

er porque no

ó, aparte la mirada un segundo, de la puerta pero cuando regrese a ver, la bocina rota

ngas dentro al sig

entr

el segundo dia que estuve aquí, no sé qué paso, tengo vagos recuerdos de alguien aventándome fuera, golpeá

ía escuchar susurros entre los muros, las puertas se cerraban o se abrían dependiendo, a si hasta que llegamos las 8 p.m. enserio lo intentamos, mantener el positivismo, las risas,

r- me dijo con l

go las varitas

or la oscuridad, la densidad de esta no permita que saliera nada, escuc

ue la c

a, siempre cier

amigo, miraba a todos lados pero apenas

hace

, parecía hipnotizado por la oscuridad, quieto inerte, co

jalar a mi amigo por la pierna izquierda, como si fuese un costal de papas, no lograba ver una mano o que lo jalaba, pero con la facilidad que lo hacía puedo asegurar que era algo fuera de este mundo, nada puede ser tan fuerte, trato de detenerlo, tiro con fuerza de su brazo intent

en un círculo donde solo puedo mecerme en posici

directo hacia mí, no me había percatado, la casa debió cambiar, no parece que estu

orir aquí, pero mis pies no reaccionan, la oscuridad comienza a ser densa, tanto que puedo sentirla rozando los de dos de m

mi amigo sue

regrese a su cuarto es un golpe directo en la cara, más concreto u

e estaba pasando, se encendió la luz del pasillo el “clic” que hace una bombilla al volver a tener energía de golpe, después la de s

n sueño extraño donde intentabas matarme- me

parecido, solo sé que me derrumbe- Él estaba tratando de calmarme, pero en mi cabeza solo existía un

nos minutos-

ete!- me comencé a reír y mi amigo igual quien me observaba desde su habitación, todo se sentía

r?- le pregunte mien

o, así, si es que algo pasa, al menos estaremos cerca, por si tenemos que reaccionar rápido- S

o que tienes café- le dije mient

ia más aquí, pero intento no ilusionarme, aún queda la noche y la madrugada, queda la peor parte estoy seguro de eso, me encuentro en un estado en donde cualquier ruido me altera y cualquier cosa me podría llegar

encia!

fotos, si llego a superar esto definitivamente publicare esto en todos lados- saco su teléfono del bolsillo de su short, comencé a ver

ntas

o le he hecho

s fotos cambian, i

tos en los que existe un mayor foco de “a

ie

dimensión, me hace sentir aterrado, me hiela la sangre, el hecho de pensar que todo lo que

e debería

orracharnos, estoy

r, donde saco dos botellas

en- lo mire con una s

no b

ar la casa, mi paso a la independencia, compre mucho alcohol, pero creo qu

oqueado por el alcohol para no

arto, pero antes subió dos más, mientras su

algo toda la noche- se levantó la camisa y me mostro un puñado de llagas y moretones –Otras noches era un ser de negro el que se posaba en la puerta y no se movía ni un centímetro,

las botellas, creo que intentamos eludirnos

rabas escuchar algunos murmullos que venían del pasillo, la puerta siempre estaba abierta, incluso si la cerrábamos, se abría de momento, estábamos se

murmullos, patear las puertas, correr al baño. Comencé a sentir sueño lo graba ver a mi amigo entre cerrar los ojos hasta quedar dormido sentado, mientras yo de poco los cerraba, todo se volvía borroso pero aun así mi instinto me gritaba que no me durmiera, no era “seguro” no entendía porque me gritaba de esta forma mi propio cuerpo

rfecta para levantarme enojado grita

amente a la puerta –Deja de verm

rio, mi pie se atasca y se llena de astillas, siento como algo de sangre corre por mi pierna, tiro con fuerza pero no sale, mi desequilibrio me lleva al piso, esto no puede estar pasando

do, aquella mano se volvieron dos, después tres era como si dentro de aquel armario había muchas personas to

sus dedos a mis heridas, rasguñándome más, comencé a ser tirado de la pierna, de poco mi pie entero comenzaba a entrar por e

, grite y grite pero era inútil, aunque yo seguía luchando sabía que moriría, que estaba destinado a terminar ahí dentro y ser torturado todo por patear la puerta. Peleo con las últimas fuerzas que tengo pero sé que

s manos de alguien alrededor de mi cuello apretando con fuerza, pero no puedo hacer nada, mis manos no me responde, pero algo me hace volver si

rtarte de nuevo tuve que golpearte, vamos regresa, dime algo- Lo miro sin entender que

mano por la cara, mientras sigo busc

jugando otra broma pesada, tu y yo no podemos hacer

s un ca

él, me puse a buscar hasta que lo encontré y lo deje ca

iosidad con qué cara

go h

de acá, vamos a desayunar al

hora

las 8

ambia todo con tan solo cruzar a la puerta, definitivamente es algo no entenderé, pero me vuel

e aguantar todo eso de noche y dia, estoy segur

o casi muero, pero no siempre estoy dentro, a veces d

miedo de que lo que sea que

sta apenas, que por alguna razón, deje de poder entrar y cuando por fin logre abrir la puerta del techo, todas las cosas que tena arrib

do notar que me oculta algo pero no dije nada, estaba mejor sin sabe

la calle que nos recordara a la casa, es nuestro pequeño momento de paz antes de la tormenta, caminamos hasta llegar a la esquina, no queríamos llegar, pero tampoco p

mpre estaba perdiendo las llaves de la casa de mis padres, pero estas

cé a

ración entonces mire a las casas de alado, parecían tener personas dentro, pero es extraño, ¿ninguna nota un carajo de lo que pasa dentro

s a tus

, solo dijeron “o eres el nuevo vecino, te deseo suerte” solo eso imagi

personas que han estado

e alguien llegase a morir dentr

zón, es mejor

ya viajamos mil veces a diferentes universos y en cada uno de ellos hemos muerto, solo quedamos nosotros

ía decir que me dolían los oídos, es como si no quisiéramos romper el momento, distraernos y

mos al mismo tiempo, la puerta esta

la llave

a aquella niña la guarde do

de tu

ciente llave que abriría un lugar que ninguno de los dos quería estuviera abierto, nos quedamos cortos de toda valentía, ambos cam

iba a saber que una niña del demonio estaría ahí dentro, n

sabemos que pueda pasar, po

ecte, si fuera las baterías de mi game boy estaría de acuerdo es una ba

ene de la ropa, creo q

cio final, estoy a nada de decirle que no lo haga, pero ya es tarde con el candado en la mano so

cha y tira de ella hasta sacarl

pero lo deja en blanco y en completo silencio

an a terminar de

cía de ninguna niña, petrificados d

yo- Mi amigo pasa de asustado a enojado,

det

ga ganas, si tanto quieres salir has lo- Le di

uerza ambos retrocedemos, de nuevo otro golpe ¡Pum! Retrocedimos aún más, ¡Pum! De nuevo entre en pánico, algo estaba por salir y no sabíamos que hacer, mire a mi amigo quien cerro sus puños y corrió a abrir la puerta, cerré

saldría bien ahora- También lo cre

de rodillas al piso, trato de recuperar el aliento, de poco volteo a ver a mi amigo quien es aventado con fuerza contra la pared, ca

, me quem

sible, pero es como tener a alguien

brazo, ayúd

edos metiéndose entre las capas de piel hasta llegar a mis huesos, aquel dolor era como billones de agujas diminutas entrando por todos lados, pero intento no desmayarme del

evantar y lo jalo con mis últimas fuerzas hasta poder salir de la casa, donde caigo al piso, todo se ve

en otro lugar ya que lo enyesaron y tuvieron que darle un calmante ya que no lograba mantenerse o hacer una sola oración, me levanto como puedo de aquella cama de hospital, para ir donde estaba el, intento recordar las cosas

estas d

a que te fueras, parece que

e, ¿Qué

vecinos salieron y nos pidieron una ambulancia, de ahí la ver

d tampoco yo quiero si

ores me dieron un calmante y dij

ien, inte

ual

dormirá como nunca, intentare hacer lo mismo, de to

cómo nos encontraban y nos dieron de alta. Decidimos que era mejor

la ignorancia eran nuestros aliados, solo volvimos una vez más a la casa, con la mudanza éramos 5 personas

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