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En mi huida, encontré mi refugio

Capítulo 4 Admitiendo sentimientos.

Palabras:3125    |    Actualizado en: 28/03/2022

go se fue bajo el calor luminoso. Era mediodía y el sol en diciembre quema, caía como plomo sobre Maisan, secando todo lo que toca

de descendencia alemana, hombre alto con una estatura aproximada de un metro noventa, le hab

que fue dado de baja de las fuerzas esp

briel y la vida siguieran su curso, pero ahora se antep

a tendrá que proteger a Catalina y l

iar algunos planes, preparar un cerc

bras del policía no lograron disminuir

n dirección a un lugar que le

músculo hombre, su piel muy dorada, vistiendo

culpe, el capitán Frank Müller está segur

i, usted dirá.—dijo abriendo la puerta e invitándol

?—inició la conversación J

fuerzas especiales, no supe más d

lo diero

lo hubieron algunos comentarios de pasillo en cuanto a eso. Se decía que al ser enviado en una misión su comportamie

que cualquiera, necesito que me

ando?,mis servici

dice que usted es el indicado,

Gabriel tiene amigos de poder militares que encantado le ayuda

foto de la mujer que debe

, es la vida de ella que está en riesgo y es jus

é con ella. Por cierto al lugar se l

tres hombres fuerte este es nuestro trabajo, nos dedicamos a la protección

ré de Maisan e

atento y lo

acia la puerta, Martin abrió y le ext

l lugar, hablamos de

, nos vem

unos minutos de allí se ubica el Resort de su propiedad. Aquel pueblo está tan alejado

inguna traba dentro de una amplia zona y bajo reglas razonable. Pero lo

ia no existe la menor

isionera mientras s

iedad de su abuelo materno, lugar para pasar un rato o una noche. En la parte

elo dura entre cuarenta y

este, bajó y mientras se dirige

Gabriel, que lo mantenga vigilado, que me de informes directos a mi desde hoy, através d

aré enseguida¿cuand

Catalina y explicar lo que está pasando,

noje, amigo te has en

uelto este confl

hasta el final, el alejamiento...no mata el s

por su amigo. Luego se sentó en el sitial que queda j

l calor en esa época la alivia con el aire acondicionado. Luchando con desesperación por ma

ia que sentía hacia todo lo que estaba sucediendo, tenía un efecto positivo al relajar las te

r y que lo hiciera únicamente con él. Estaba acostu

ro —dijo luego de escuchar un "b

—dijo sin disim

e la quinta comisaría. Tal vez es la razón de su protección de parte de los uniformad

informes hasta el último detalle, ni

e más de quince años con Ángeles Espósito. Mu

n seguro por ellas—Aseg

ndió con vo

por un pasado que no puede reparar, y cuando esa ayuda llega demasiado

s en co

arecer, provocando todo tipo de problema desde niño, si

me interesa más su presente y sal

a muerte de su hermana a manos de Gab

o di

ejó caer su cabeza entre sus manos, pasándose

iajar a Etruria para comprobar por si mismo que aquel hombre casado ahora con Catalina, fue el mismo canalla que tuvo que ver con la muerte de su hermana.

rme con la fotografía de Catalina, la cual

, excepto los insectos. Las criaturas de sangre caliente estaban ocultas espera

to, la que fue registrada en 35 grados celsius. Se quitó su camisa verde musgo,

iene un escritorio para manejar desde allí sus

recuerdo. Pertenecia al pasado y las consecuencias eran inmutables. No servía d

amadas, una a Sebastián, otra a Bastián y

jos cuando está apunto de meter la pata. Lo rescata de sus

saboreo el zumo q

las ll

su mejor amiga. La temperatura exterior comenzaba a estabili

la sala, mientras estaba sentado detrás del escrito

alina, el solo verla intacta y con vida, sería suficiente y satisfactorio para él, habría cumplido con una parte. El ver a

año atrás hubiera catalogado esa emoción como simpatía exagerada. Hoy se había convertido como esencia de él mismo, tan real como la tragedia que se cernía sobre la vida de la mujer. Esos sentimientos cons

o hacia Maisan, puebl

una breve lla

líneas eléctricas que cruzaban el pueblit

otra nave que seguía

e nombre Estrella del Sur. Este se encuentra al otro lado de la montaña opuesta al Resort. Luego giró y se dirigió a la pista de ater

con ella, no quiero asustarla, debemos ser cuidadosos con lo que decimos, Marti

ja y yo seremos sus guardias¿entendido? Damián, volarás de vuelta a Maisan

l sol comenzó a esconderse da

da, su ansiedad por ver a Catalin

án—saluda la recepcioni

ó mientras recibe la l

ice reserva de dos habitacione

o pasando las llaves

itaciones, no se atreverían confiar

os. Catalina fue sorprendida

e—dijo con vo

to del contacto visual. Su mirada atravesó la penumb

losa—respondió sin d

estado?—q

ceñido a su figura, y zapatillas de lona que la hace ver más diminuta y frágil

ñor Montecinos me dejara para siempre a trabajar aquí, e

ntestó con voz grave para disimular

rdado corazón con un beso. Cada parte de su cuerpo deseaba proteger a esa hermosa mujer. Sin embargo, no debía por su indiscreción, derrumbar la frág

ponía la desesperación, pero su cuerpo deseaba sentir la tibieza y dulz

es que s

éjamel

, gracias p

os se enroscaron. E

ión le resulta

lteró su tranquilidad.Tendría que m

la realidad era que nunca había deseado con tal ternura a una mujer, y a decir, en su vid

algo, solo tienes que

viosismo que sentía e

es convertirse en su amigo, sin mayores complicaciones? No lo sabía y no había seguridad en él. No tenía amistades perdur

peligro y olvidando su promesa. De pronto se paró en seco,

ertido en una fuerte e indomable, amante de su soledad y su felicidad.

rza, sin dañar la voluntad que mantenía en pie a Ca

nsos que jamás había experimentado, continuó acercándose hacia ella,

se hacia ellos. Por sobre el hombro de Catalina, los dos hombres intercambiaro

iedad dejó paso a una sonri

cerca de Catalina, rozando con su brazo el hombr

a del Sur ¿a qué

guas transparente y de gran valo

l lago,¿que tiempo s

dos

ravilloso—di

te llevaré,pero

acue

ra la dejaba en manos de Julián. El apro

ro, ella fue hasta la escale

que la perturbó. Sus ojos se humedecieron haciéndolos brillar, para evitar que

sto volve

, que solo eran reservado para cosas especiales. Sin duda ella era eso especial que el quería atesorar en su memoria. A

go junto a Bastián, esperando los

, las que nunca la visitaron, al parecer la dej

e Catalina y de los huéspedes, no podemos cerrar el Resort y dejarla p

blar con la verdad, es su

pero aún n

su trago y ambos s

o y Julián espera tener resuelto este

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