La Diva de los Lobos

hacia la cabaña donde viven la cual está a solo dos kilómetros de la

importancia. —Por eso mañana estaremos ahí —comenta, Halif asiente des

bre que Hamit se encarga de preparar la cena

respectivas habitaciones, el menor se sienta frente a su computador para abri

zules que me hicieron sentir que mis secretos eran tuyos, tu desnudez me pr

da que afirman la fiereza

a su habitación con sus ojos dorados, Halif estaba tan con

t lo fulmina con la mirad

el olor de los intrusos que están a v

encontraron? —cuestiona l

o dejamos rastro

obo, —ordena y Hamit asiente para seguirlo hasta f

gan a su olfato so

Halif por el enlace para seg

alarmas se encienden cuando logran captar el ol

ia el extraño ser el cual tiene en

a de este es tan vacía que provoca que la piel

amit nunca había vist

animal y ruge hacia los rubios, Halif toma su forma lobuna, ruge hacia la criatura que se lanza por Ham

aprovecha ese momento para tomarlo por el c

if logrando herirlo con sus garras en el costado, el menor ruge adolorido alarmando al otro rubio que furioso termina con la vida del extraño s

un brazo por su hombr

e su carne arder, Halif siente como si le e

scar el botiquín de primeros auxilios, limpia la herida e

rida toma un color negro alrededor— ¿Qué coño era es

ienen una toxina que no me deja sanar, —murmura y los minutos pasan, provocando que

húmedas y una colcha para poder cubrir la desnudez del rubio—Halif, no sé qué h

sus labios que empiezan a resecarse—Busca al bruj

na persona que te cu

.

larga ducha, tararea una canción frente al espejo y

lo que sale del baño llevándose el peor susto de su vida cuando encuentr

ene un olor que lo desconcentra de lo que vino a pedirle, se mueve por la habitación como si es

rubio saca de su cajón su pequeño juguete de auto compla

ca e intenta quitárselo, sin embargo este

llas coloradas por el atrevimiento del chico, Eva se sonroj

de donde proviene, —ronronea, Eva está tan avergonzada qu

quí ahora mismo, —enojada arrebata el juguete de las manos de

llevando una mano a su nunca m

cir con que no p

que me ayudes —murmura, eso la sorprende

rubio se ríe, ya que la

én Eva se preocupe por él, se siente especial por eso. —

mi cosa y decir palabras inapropiad

errumpe y ella

termina chasqu

sus cajones, —recalca con una enorme sonrisa la c

ponen algo revolucionarias, —comenta. —También evita que nosotras las mujeres c

algo ''Revolucionarias'' así tienes calor y unos cuantos cent

lengua. —Ahora ve al grano con lo que necesit

la persona que nos puede ayudar vive muy lejos, —Eva asiente, no se puede nega

tomar una ropa abrigadora, ya que las noches es muy frías en el pueblo, Eva deja el juguete en uno de

dida al observar al chi

casa— ¿En qué viniste? —Cuestiona con su ceño fru

pido que subas a mi espald

aso? —lleva una mano a su pecho de manera

vas a ir a un bosque solitario, —elev

l chico lleva por volver a casa con su hermano, Hamit corre a una velocidad

baña bastante alejada del pueblo, Eva baja de su espalda y Hamit le invita a pasar a su cas

frente y sintiendo la fiebre

dible para Eva, pero es lo suficientemen

ue ir por alguien para que te cuid

una seña a Eva pa

o cree que es una alucinación por su fiebre elevada, per

a logró escucharlo, por lo

ulla, pero muy dentro le da mucha pre

eratura con toallas húmedas, no salgas de la casa

acha lo suficiente para alcanzar su mejilla y de

ara pasar por su lad

porque quiere contemplar a la diva que lo cautiva, Eva toma asiento en la peque

e lo que

os atacó,

rubios tontos, se les ocurre viv

bajo cuando su herida vuelve a darle ese ardor que le

. Todo está bien, —su voz sale suave provocando que el chico se relaje, Eva vuelve acercar su palma y esta vez el rubio permi

—expresa

emperatura, —a

entos deja de ser un bromista de primera, Eva su

úmedos, —le info

rás lo que buscas, —Eva asiente para ir hasta donde le indico el rubio e

balde para ir hasta la sala en donde se sienta a su lado y saca un paño, lo exprime

á una lar