Un Viudo Irresistible

l

a Central Park. Allí, me pregunto cómo sería si Sarah todavía estuviera vi

reguntar? Creo que no. Bueno, ahora tengo que cuidarlos, porque no es culpa de ellos por lo que estoy pasando. Y todo por culpa de esa zorra de primera. Todo lo que quiere es dinero. Me niego a pagar, no hice nada. Si lo hubiera hecho, incluso pagaría por el chantaje de

, Rafael, este es uno de mis mejores amigos. S

o contestand

que sigo sufriendo por un amor que ya perdí. No, es

!" - respondo cansad

ómo están los niños? p

ex y veo que es hora de irme a casa. — ¿Cuál

atormentarte”, di

cesitas conseguir una nov

o sabe! A menudo salía borracho de los bares, pidiéndole a Dios que sucediera lo peor para poder estar con mi Sarah

los niños —

mis hijos, ellos también lo adoran, al fin y al

luencia”, bromeo en respuesta a su comentario, sabiendo que

ensas de mi? Él gime,

erles ningún daño, pero son todas las cosas que les haces a esos niños... Basta

o. Ya he contratado a un guardaespaldas

No tenía idea de que alguna vez había enco

reocupada ya la vez asustada, de tener otro acosador loco. Y po

a a los niños con alguien que no conozco si no supier

amigo no pondría en

ti. “Me siento mal por

todo, si fueran mis hijo

aldita cosa. Suspiro con pesar, pero quiero ir a s

rás. — En ese momento me doy cuenta de

tivo de tu llamada?" P

ita o una reunión temp

… — Me dirijo a la mesa de afuera

ñor Mendonça, buscando

¿Estás atacado, h

algunas cosas por ti mismo, sin pregun

y reviso mi horario, confirmando q

ansioso. - Rafa bromea y

ejo sin afirmar que su par

espués de las 9 am Los gemelos ti

iempo desde que marcamos algo? Ale

sin compromiso. Para responder a tu pregun

víe sus saludos al Dr. Tiago, por cierto, ¿necesita

aso mañana y hablam

por el pasillo, que está vacío. Algunas personas dicen que está embrujado, pero yo no lo creo. Me dirijo al ascensor, entro y me dirijo al e

s vienen corriendo a mis brazos. ¡Ay, Sara! Cómo desearía que estuvieras

casa, y todavía saludo a la niñera de los pequeños, que se llama Renata. Ella cuida y cocina para los mellizos, y yo pago un buen sueldo por ello. Y hay una cosa

o siempre les he dejado claro que hay días para eso - Mi princesa, sabes que hoy no es día para

me pide que junte las manos. Mir

y. Doy un susp

e que taparme los oídos. Estos hi

zzas de los niños? - Te lo ruego. Ella asiente afi

ra, comportarse y ver una

papá! Ellos

o alrededor. Al menos me quedé con algunas fotos de ella, porque el resto de sus cosas las dejé en casa de sus padres, para que las donaran. Me quito la ropa y camino desnuda hacia el baño. Abro la ducha, dejo que el chorro de agua caliente me caliente, es invierno aquí en Nu

do me doy la vuelta, me doy cuenta de que su

una manera que si le diera la oportu

as pizzas. e

gemelos?" “Todavía descon

cina", responde y

le advierto, pero me doy cue

quede aquí para ayu

hacerlo. Quiero estar sola

jos ya están comiendo sus pizzas. Les doy un beso a c

regunto, ya que comen

tomando otro trozo de piz

Valentina. Pregunté sobre su día, cómo estuvo l

s acuesto en la cama y les leo un cuento hasta que se du

los gemelos duermen, miro y pienso... Oh, Sarah, qué hermosos se ven. ¡Protégelos estés donde estés!. Antes de salir de la habita