Soy el villano ¿Y que? - Verdades

ntia

cho la grabación de la película. De hecho, las grabaciones habían continuado normal durante los meses que llevábamos sin él. Nada cambió con su

ese día en que me dijo que quería hablar conmigo. El motivo de nuestra conversación era de "nosotros" así me lo había expresado por ll

me miró atenta y con un movimient

la puerta

tado. Me dirigí hasta donde estaba Valentina y me senté a su lado. Ella me miró con ate

difícil que era para ella decir esas palabras, pero en ese momento eso no me pareció s

o por no darme explicaciones? –

lemas sin contar contigo y sobre todo por no poder darte lo que quieres de mi – Baje la cabeza con tristeza – Yo te quiero Santiago – Dijo alzando mi rostro para que la mirara – De verdad te quiero y no quiero volver a verte triste, no sabes cómo me duele que estés así por mi culpa. Te debo muchas explicaciones y millones de lo siento, sé que debí buscarte antes, y hablar contigo de esto, pero.

nte alegría tenía que hacerlo – Pero no soy un paño de lágrimas, ni la opción segura cuando las cosas te salen mal – Ella sacó su mano de la mía y me miro casi ofendida – No quiero que

ré profundo para re

mejor esa res

ué todo – Respondió poniéndose en pie molesta – Lo lam

na explicación, pero te

Pidió girándose hacia m

é con sinceridad – Pero te veo triste y me p

rumpió dejando claro que

lla apartó la mirada– Me dijo que la

ra nada – Dijo sin mirarme

decirme, pero sabes que puedes hablar

r que era verdad, pensaba que había algo mal conmigo, pero no es así, estoy bien, es normal que las personas mueran, no necesito recibir terap

octora, ella está muy preo

porque, te dij

onó, no quiero verte de nuevo en el estado que quedaste cuando Jimena se fue… pero se repite Valentina, empiezas a c

e eso – aseguró –

dwar

dif

no quieres hablar con la doctora, habla conmigo, sabes que guardaré

pero si lo que siento desapareciera

la cabeza – Yo sé que tú me quieres, no tengo dudas – Hable mirando hacia otra direcc

lentina, me reí con desánimo

situación – No me malinterpretes Valen, no te estoy reclamando, sabes que te amo, pero yo sé que

s equi

a muerte de Sebastián nunca volviste a ser la misma, sé que todos cambiamos con su muerte, pero él te apagó– Valentina hizo un gesto de aburrimiento, ya habíamos hablado de eso antes – Pero cuando Edward apareció parte de ese brillo regresó y aunque siem

o decidí…– La miré con tristeza, porque era conscie

bien – Lo único que te ha impedido aceptar lo que sientes por él es el cariño que sientes por mí, sé que quieres intentarlo y sé

el compromiso – E

e más de tres me

as parejas tienen proble

o lastimarte ni lastimar tu orgu

or para

s lo que quiere tu c

te elegí a ti, no quiero que me sermonees,

quiero verte feliz, tu

lado no pu

ú me

Sa

iera pued

é – prometió, ella tomó mi mano y

corazón – Creí que nunca volverías a mirar a nadie como mirabas a Sebastián, pero entonces vi que Edwar

ant

í que espero puedas estar con Edward, todos queremos que seas feliz – Me puse de pie sintiendo que no sería capaz de seguir hablando con aquella calma – Sé que esto m

ro no iba a retractarme– ¿Tú no has pensado en que será de mi si me dejas? Me he manten

igo, porque eres mi amiga y porque te… te quiero mucho, además porque estoy en deuda

o cuando los decepciono, pero tú no eres así, te has mantenido a mi lado a pesar de que sabes como soy, a pesar de que sigo enamorada de Sebastián, a pesar de todo… tu nunca me has dejado sola, aunque estés enojado me escuchas… ¿Por qué sigues creyendo que estaría mejor al lado de una persona que huye cada vez que intento ser yo misma? – Baje el rostro y alce mi mano para secar una lágrima rebelde – Contigo aprendí Santiago, qu

á mal, se tu misma, y entiende de una vez que siempre cuentas conmigo, con mi a